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Aunque los libros anteriores me súper encantaron, este no fue taaan así —o, mejor dicho, el prota masculino no robó mi corazón o mi alma—; aunque eso no quita que fue una historia fantástica, hermosa y preciosa. Siempre deseé que Butch pudiese encontrar el amor y felicidad que necesitaba. Y, desde que se vieron con Marissa, supe que debía ser ella. No podía ser nadie más. Me encanta el crecimiento que Marissa tiene a medida que avanza la historia. Que llegue a ser quien desea y no lo que los demás desean, me encanta. Porque así debe ser para cada mujer. Ser lo que quieran. Ser lo que desean. Y ser felices con las decisiones que tomen. Conocer la historia de Butch más a fondo... Ay, es tan triste. Por eso, ver que pudo encontrar la felicidad me puso muy contenta. Y ver el amor, el cariño, la amistad, la hermandad entre él y Vishous fue malditamente precioso —aunque me hubiese gustado... Bueno, ya saben—. Como siempre, nada negativo que decir sobre Ward. Su pluma te engancha desde el principio y no quieres dejar de leer un solo momento. |
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