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Consultadas diversas fuentes médicas y científicas, todas coinciden en que la mejor solución para eliminar gases es dejarlos ir. Aquí está mi pedo: Pfffffff. Hay que reconocerle al recopilador de estos relatos su impagable capacidad de, entre tantísimo donde elegir, escoger lo más mediocre. No hay duda. Los tiene cuadrados. Si exceptuamos al mono de King (donde pone más de su parte el autor que la historia) y un aceptable cuentito de Peter Valentine (encantado de conocerle), el resto de la colección son despojos publicados en revistas que solo los arqueólogos más reputados serían capaz de encontrar. Ni miedo, ni horror, ni por supuesto, mejores, esta colección de nueve relatos quien sabe si fue un éxito editorial en Marte pues se publicó una segunda parte. Como buen burro, tropiezo continuamente con estas antologías donde lo mejor acontece en el título y tras ello, todo es decadencia. Como lector, lo peor que puedo decir acerca de cualquier libro es que este no sea, ni bueno ni malo. ¿Quién se acuerda de los "ni fu, ni fa"? Solo autores anglosajones componen el reparto, y casi todos los cuentos con ese estilo rancio y acabados de cualquier manera tan propio de los relatistas norteamericanos. No puedo entender como se añade un relato ( el más largo por cierto) que homenajea a Lovercraf y, sin embargo, el homenajeado es uno de los grandes ausentes. Por no hablar de Poe. Se ve que Edgar era mal escritor. En definitiva, una colección absolutamente prescindible que más bien parece obedecer a intereses absolutamente editoriales. Volveré a rebuznar con la misma piedra. |
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Crítica de rafaperez
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