El castillo de Otranto

Una lectura como esta se acomete desde la perspectiva que ofrece el saber que te encuentras ante un gran clásico, ante obra que origina un género literario y que, en definitiva, dará origen a la literatura de terror. Eso de por si ya es motivo suficiente para animarse a leer esta historia de escasa duración.
Nos encontramos con una intriga de poder dentro de un palacio en el que sucede una desgracia tras la aparición repentina de un hecho inexplicable. A raíz de la muerte del principe heredero y temeroso de las profecías, el tirano rey buscará el modo de prolongar su legado. Sin embargo siguen ocurriendo apariciones inexplicables que ponen en duda la legitimidad del trono.
El argumento es propio de la época y no deja de ser una sucesión de intrigas, de secretos, de pasiones ocultas y de giros argumentales que te mantienen entretenido en todo momento. Y ahí están todas las características que harán del gótico un género a imitar. Castillos, iglesias, pasadizos secretos, tiranos con crueles intenciones, damas indefensas y valerosos caballeros dispuestos a enfrentarse a las injusticias. Fantasmas, esqueletos, apariciones, gigantes...todas esos detalles que se repetirán hasta la saciedad en las obras que vendrían después.
Y aunque bajo la perspectiva del tiempo ese tipo de terrores ha dejado de tener su impacto, no deja de ser divertido esos reconocibles momentos en los que hacen acto de presencia los espíritus del mas allá para reclamar lo que es suyo.
El castillo de Otranto es una de esas obras clásicas cuya importancia y encanto se leen con entusiasmo. Un imprescindible para el amante del género.