El planeta inhóspito: La vida después del calentamiento

No es un secreto: El calentamiento global existe, es algo real así la mente tan cortica de algunos cuantos quiera decir que no, que es otra invención del grupo de mamertos conspiranóides que quieren acabar con el planeta y la sociedad tal cual la conocemos para llevarnos a una sociedad en la que todos corramos ligeritos de ropa atravesando una pradera mientras nos tomaos de las manos unos con otros. Pero no, EL CALENTAMINETO GLOBAL ES REAL, e incluso existe mucho antes que los humanos pisaran la tierra. ¿No me creen? Pues de todos los eventos de extinción masiva que ha sufrido el planeta, todas menos la de finales del Cretácico han sido a causa del calentamiento global. Repito: TODAS, MENOS LA ÚLTIMA, HAN SIDO CAUSADAS POR EL CALENTAMIENTO GLOBAL.

El anterior párrafo fue lo primero que se me ocurrió escribir cuando pensé en la reseña de El planeta inhóspito, pues tristemente hago parte de una generación que ha vivido pensado en el tema como algo ajeno, como algo distante y que no atañe a todo el mundo: tanto a los “importantes” como a los ciudadanos de a pie. Es un párrafo que escribo como una suerte de mantra, para que nunca se me olvide y para que ojalá guie cada vez más mi accionar. Insisto: ¡Ojalá!

La premisa del libro es cómo afecta el calentamiento global a la sociedad humana. Es el libro que toque el tema desde un punto de vista más cercano a nosotros que haya visto. La mayoría de textos sobre el tema lo tratan como algo lejano, ajeno y un problema que se soluciona con un poco de esto y lo otro. Este libro no, este libro viene a darle el lugar que le corresponde la especie humana como arte y parte del calentamiento global que vivimos actualmente. Este libro viene a traernos al banquillo, a incomodarnos y hacernos sentir el desaliento que deberíamos sentir desde hace tiempo con un fenómeno tan importante que pasa en nuestra actualidad como lo es el calentamiento global.

Grosso modo el libro tiene cuatro partes: I. Cascadas: un recuento de lo que ha pasado con el calentamiento global hasta hoy; II. Los elementos del caos: 12 situaciones a las que nos veremos expuestos como especie conforme los efectos del calentamiento global se hagan más fuertes; III. El caleidoscopio climático: una muestra de las “mentiras” en las que nos escudamos para continuar con nuestro actuar y no tomar una mejor postura frente al fenómeno y IV. El principio antrópico: quizás la más extraña y diferente de las otras partes, pero que visto de forma más detallada puede dar las claves para lo que se nos viene cuesta arriba: El sistema climático que dio origen a nuestra especie, y a todo lo que conocemos como civilización, es tan frágil que a lo largo de una sola generación la actividad humana lo ha llevado al límite de la inestabilidad, ahora ¿Qué sigue? Un apartado que no quiero detallar mucho, pero que en el fondo da un par de golpes en la espalda desde varias disciplinas para demostrarnos que aún estamos a tiempo de actuar —así cada vez tengamos menos— y que por momentos me tuvo recordando la teoría del Bosque Oscuro que plantea Cixin Liu en su trilogía El recuerdo del pasado de la Tierra, pero no les voy a decir el porqué para que se animen a leer el libro y lo descubran por ustedes mismos.

La introducción del concepto del calentamiento global como un hiperobjeto igual que internet, es decir, un objeto tan grande y que se distribuye masivamente en el tiempo y espacio en relación a los humanos, que resultan desde cualquier punto de vista inabarcables, ayuda en el desarrollo del libro y a ponerse en el lugar de que desde cualquier punto de vista que se aborde, solo estamos mirando la problemática por un orificio muy pequeño y que hay cosas más grandes e igual de problemáticas que propician la evolución del fenómeno —a ver si dejamos de una vez y por todas el asunto de sentirnos bien con el planeta solo por el hecho de no pedir un pitillo en el restaurante—.

Como mi idea no es tratar punto a punto cada uno de los escenarios que plantea el libro, pues para eso está el libro quiero hacer hincapié en algunos puntos que me llamaron bastante la atención y que espero le sirva también a cualquiera que lea esta reseña: los efectos del aumento del calor sobre el cuerpo son bastante serios y llegan a ser multigeneracionales, así que piense en sus hijos —si es que sigue pensando en traer un muchachito al mundo, sabiendo cómo está—; así no parezca a primera vista, el conflicto actual de Siria tiene su origen en el calentamiento global —para que se dé cuenta de la envergadura del asunto—; ricos y pobres tienen probabilidades diferentes para sobrevivir al asunto, problemas diferentes y también responsabilidades diferentes —para sorpresa de nadie, la verdad—; al aumentar la temperatura promedio del planeta, el número de refugiados en el planeta también lo hará, lo que se convertirá en una problemática de doble vía: una vía social y una vía climática; el capitalismo es completamente incompatible con el bienestar del planeta —basta con pensar solo en el parpadeo que supuso la industrialización para ver cómo vamos—; lo que hemos imaginado que pueda pasar en ciertos escenarios no se compara ni de lejos con lo que de verdad puede suceder si la cosa sigue como va —un llamado a hacerles más caso a los científicos que saben del tema—.

Que el libro vaya de lleno al tema fue algo que me gustó mucho. Desde la primera página entra al asunto y despierta sensaciones bastante extrañas para un libro de ensayo: te da incomodidad, desespero, desesperanza. Junto con esto, desarrolla la premisa que quiere mostrarnos y la responsabilidad y complicidad que tiene la especie ante el fenómeno. Es un libro lleno de datos, algo maravilloso pues viene escrito por un periodista que ha compilado información sobre el tema durante mucho tiempo y que vuelca en su libro. Sin duda alguna un ejercicio admirable. Creo que es el libro de ensayo más corto que haya leído en los últimos años, resulta impresionante que en tan solo 254 páginas “reales” se logren exponer todos los temas propuestos y no quede, aparentemente, nada más por decir.

Lastimosamente en este caso el problema creo que soy yo, pues no logré conectar del todo con la forma en la que se iba construyendo el libro y tuve momentos en los que debí devolverme la página entera para coger el hilo de lo que se estaba diciendo. A veces llenar los capítulos de tantos datos no da pie para que se llene a una conclusión o quede en el aire, por lo que a veces no la cogí y siento que hubo ocasiones en las que esta estaba que me pegaba en la cara de lo evidente que era. Soy un lector de ensayos más acostumbrado a establecer un relato cara a cara entre el autor/libro y yo como lector; un ensayo más del tipo “charladito” en donde se va hablando del tema que se quiere exponer sin tener que recurrir dentro del mismo relato a otras voces; esto lo siento como una colcha de retazos y personalmente, me genera mucho ruido cuando leo. Creo que este vicio viene de leer narrativa a la par que ensayo, vicio que no pienso "corregir".

Esto sumado al hecho de que creo que el libro no envejezca bien, pues todos los días son más los estudios que salen a flote sobre el tema del calentamiento global y algún otro ámbito de la sociedad humana, de esta forma pronto los datos que se consignan en él pronto estarán desactualizados, bien sea por catastróficos o por subestimados —yo espero que sea lo primero—.

Con esto no quiero decir que no lean el libro, pues hacerlo sería intentar esconder un elefante detrás de un bonsái. Por el contrario, quiero que lo lean y luego vengan y me cuenten qué les gustó y qué fue lo que yo no entendí. Esto lo digo porque es necesario que nos movamos un poquito, que sintamos que las cosas no van tan bien como nos gustar creer y que si no nos movemos van a ir peor y un libro como El planeta inhóspito es esa sacudida que los contemporáneos tenemos que tener en la vida si queremos hacer algo más que lamentarnos desde la comodidad de las pantallas táctiles que nos rodean.

Nota al margen: Muchas gracias a Jorge Zuluaga que en un acto de altruismo literario prestó su copia del libro para que un grupo de “afortunados” tuviéramos el placer de leer el libro a cambio de cuidarlo, disfrutarlo y enviarlo a su próximo destino igual que cuando lo recibimos.

Me ha parecido una historia muy necesaria. El autor hace un análisis del cambio climático y las consecuencias en nuestro palneta.

Es una lectura bastante directa, abrumadora y perturbadora. Quizás el autor podría haberlo escrito más agradable, pero creo que ha elegido esta opción para que invitarnos a la reflexión y y que actuamos de una vez y que nos demos cuenta que cuanto más tardemos en intervenir peor.

Muy bien escrito y gran investigación aunque he echado en falta el aporte de soluciones y que no se quede en un simple análisis. Pero aún así, hay que leerlo y concienciarse.

Miedo es la primera palabra que me viene a la cabeza. Miedo ante un futuro amenazador, ante un cambio irreversible. Inundaciones, sequías, incendios y huracanes. El cambio climático no es una utopía, la utopía es pensar que no sucederá. Ya está sucediendo, lo vemos a diario en las noticias. Y esto sólo será el principio porque el cambio climático provocará a su vez plagas, hambrunas y migraciones, e incluso conflictos armados cuando la escasez de recursos sea evidente.

¿Qué más tenemos que vivir para empezar a actuar?

Debemos concienciarnos. Lean este libro y sus mentes harán click. Es la realidad, una aterradora realidad.