El color púrpura

No sé qué tiene el formato epistolar en la novela, que no termina de convencerme del todo. Suele pasarme, y con “El color púrpura”, de Alice Walker, no ha sido diferente, que algo en esta forma de narrar me saca de la historia, que no me deja profundizar ni en la trama ni en los personajes, llegándome a resultar estas historias incluso aburridas.

“El color púrpura”, novela que elegí para este #blackhistoryjuly , empezó muy bien; a pesar de la dureza de lo que se narra inicialmente, tanto los personajes como la premisa me parecieron muy buenos, me hicieron conectar rápidamente con la historia y generarme las ganas de saber más. Pero poco a poco me fui desinflando, insisto en que estoy casi segura de que a causa de la estructura, experimentando un ligero tedio cada vez que tenía que iniciar una nueva carta y sintiendo pesadas sobre todo las partes centrales de la historia, en las que la autora se pierde en analizar ciertas cosas que, en mi opinión, hacen desconectar y perder el interés por lo que está sucediendo.

Quizá no hace falta pero me gustaría dejar claro que no creo que sea un mal libro, la historia es muy interesante, está bien desarrollada a pesar de estas partes que, como digo, me resultaron algo innecesarias, los personajes están muy bien ideados… pero, tristemente, ha sido una historia que no me ha enganchado, no me ha entretenido demasiado y que, sinceramente, me ha costado incluso terminar, a pesar de ser una historia bastante corta.

Sí quisiera destacar la brillantez con la que la autora refleja el machismo y el racismo de la época, la ternura y sencillez con la que cuenta las cosas, incluso las más duras, y su agilidad narrativa. Entiendo que sea una obra ganadora del Pulitzer (1983), pero la literatura, como todo, es cuestión de gustos y, en este caso, a mí no me ha gustado demasiado.