El mundo está cambiando, respondí. Ya no es un lugar solo para hombres.
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El mundo está cambiando, respondí. Ya no es un lugar solo para hombres.
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“Cuando descubrió las intenciones de los constructores, el jefe se puso en camino hacia la costa, decidido a pedir explicaciones y reparaciones. Dos semanas después, volvía con noticias aún más alarmantes. Todo el territorio, incluida de la aldea de los olinkas, pertenece ahora a una fábrica inglesa de goma. Al acercarse a la costa, el jefe quedó asombrado al ver a cientos y cientos de habitantes de las aldeas talando la selva a ambos lados de la carretera y plantando árboles del caucho. Los gigantescos árboles de caoba, todos los árboles, la caza, toda la selva se destruía y la tierra se quedaba lisa y desnuda como la palma de la mano”.
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Toda mi vida he tenido que luchar, luché con mi padre, luché con mis tíos, luché con mis hermanos. Una chica no está segura en una familia de hombres, ¡pero nunca pensé que tendría que luchar en mi propia casa! Yo quiero a Harpo, Dios sabe que es verdad lo que digo, pero yo le mato antes que me ponga la mano encima.
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+ Ellos no creen que se deba educar a las niñas. Cuando pregunté a una madre por qué pensaba así me dijo: Una mujer no es nada por sí misma. Solo por su marido puede ser algo. - ¿Y qué puede ser? Le pregunté. + La madre de sus hijos. - Pues yo no soy madre de los hijos de nadie y, sin embargo, soy alguien. |
Creo que Dios se enfada si pasas ante el color púrpura en el campo sin fijarte en él.
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Cuanto más cambian las cosas, más igual siguen estando.
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Tengo el derecho de ser así ... No puedo disculparme por eso, ni puedo cambiarlo, ni quiero.
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El hombre todo lo corrompe, dice Shug. Está en la despensa, en tu cabeza y en la radio. Trata de hacerte creer que está en todas partes y llega a pensar que él es Dios. Y no lo es.
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Oh, a Dios le gusta que la gente goce. Es uno de sus mejores dones. Y cuando te das cuenta de que le agrada, tú gozas el doble. Te relajas, te sueltas y alabas a Dios porque le gusta lo mismo que a ti.
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Dios está dentro de ti y dentro de cada cual. Tú vienes al mundo con Dios. Pero solo lo encuentra aquel que lo busca dentro de sí. Y a veces se manifiesta aunque tú no lo busques o no sepas lo que estás buscando. A la mayoría de la gente eso le ocurre a través de una desgracia. De una pena. Cuando se sienten hechos polvo. ¿Y Dios no es «Él» ni «Ella»?, pregunto. Exacto. Dios es, sencillamente, Dios.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises