Hoy hace un año Annie Ernaux ganaba el Premio Nobel de literatura. Una autora que, aunque conocía, no había leído ningún libro suyo. La curiosidad me llevó a descubrirla con El acontecimiento y con Los armarios vacíos ya me enamoró. Memoria de chica es mi cuarto Ernaux y me ha convencido plenamente. La obra de Ernaux está compuesta por momentos autobiográficos. Formando así un puzle que iremos recomponiendo a medida que vayamos leyendo. Esto ha creado en mí la necesidad de leerlos todos, de ir ahondando en su personalidad, en los motivos que la llevaron a actuar de una forma concreta, en su infancia, en su juventud, en sus primeras experiencias. Unir todas sus piezas y observar su obra como una sola. Su escritura en un primer momento puede resultar fría y distante, pero que cuando entendemos qué pretende hacer, comprendemos. Su obra es autobiográfica, pero tal como ella defiende, no se trata de autoficción, sino de una reflexión y un análisis social sobre sí misma. Por eso es necesario tomar distancia y observarse a través de la memoria, los recuerdos y las pruebas de su existencia (cartas, fotos, diarios,...) y reflexionar sobre sus acciones y sus vivencias para comprenderse a sí misma, perdonarse y aceptarse. Tal como ella nos cuenta en este libro: "No construyo un personaje de ficción. Deconstruyo la chica que fui." En Memoria de chica seguiremos encontrando la vergüenza como tema central, recurrente en los libros relativos a su infancia, pero esta vez se trata de un tipo de vergüenza distinto. La vergüenza de saber que la ilusión por vivir nuevas experiencias lejos de su familia, las ansias de libertad y las ganas de disfrutar de la juventud recién estrenada, se ven truncadas por el trato recibido a cambio por parte de los compañeros con los que compartió una colonia como monitora. La vergüenza al darse cuenta de los errores cometidos, al ser consciente de su inexperiencia e inocencia en su primera relación con un hombre. El peso de sentirse juzgada por la forma de comportarse. El precio a pagar por mostrarse desinhibida, por querer disfrutar de esa sensación de libertad que nunca había sentido. Vergüenza que le había impedido hablar de ello, permitirse pensar en aquella época y no atreverse a escribir sobre aquella experiencia hasta el año de publicación de esta obra, 50 años después de los hechos. Observando a esa chica que fue y a la que a veces ya no reconoce como parte de ella misma, pero que a la vez es quien mejor la conoce. Una chica que la ha perseguido a lo largo de toda su vida. Con este objetivo consigue desarrollar un ejercicio muy interesante, un estudio sociológico de su yo del pasado para traerlo al presente y analizarlo. Una obra que la hace digna merecedora del Nobel. + Leer más |
La historia trágica de un acontecimiento biográfico de la autora y ganadora del premio nobel de literatura Annie Ernaux.
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