¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso y lo divino se convierta en cosa humana

Incluso entre los lectores más avezados la poesía no suele ser el género predilecto. Y es que cuando uno piensa en sentarse a leer piensa en un momento de desconexión en que las páginas de un libro de absorben, te atrapan, te desconectan del mundo que te rodea para, después devolverte al mismo un poco más sabio y vivido. de manera errónea tendemos a pensar que la poesía no puede hacer lo mismo, la consideramos encerrada en su torre de marfil y la admiramos desde la distancia, como una joya tan bella como frágil. Casi como si fuéramos indignos de su presencia. Sin embargo, hay volúmenes como el que hoy nos ocupa que vienen para darnos una lección, para abrir las puertas a la lectura poética a todos los públicos, para acercarnos a las grandes voces de la poesía contemporánea. Y sí, en estos tiempos en que las redes sociales se han llenado de pseudopoetas de metáfora fácil y rima de carpeta de adolescentes, Vaso Roto llega con una verdadera lección de buena literatura contemporánea.
"¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso y lo divino se convierta en cosa humana" es un volumen recopilatorio en el que 149 voces reivindican al unísono la poesía como herramienta para conocer el mundo. Todos los poemas que lo integran son piezas representativas de sus respectivos autores y por ello pueden disfrutarse de forma individual, casi a modo de catálogo iniciático para los lectores menos asiduos al género. Sin embargo, esta edición ha sido realizada con enorme mimo y todos los poemas en ella dispuestos trazan un recorrido conceptual coherente a través de lo humano, de la palabra y el silencio, del sentimiento que se grita y el que se esconde. Este volumen puede leerse como un todo coherente en el que los autores van añadiendo luces y sombras a los pedazos del vaso roto que se presenta ante nosotros.
Y todo ello en una bellísima edición en tapa dura, con un grabado muy sugerente en la portada y unas hojas plagadas de ilustraciones que acompañan a los poemas, que los presentan como textos vivos, casi en construcción.
Muy recomendable tanto para los amantes de la poesía, como para aquellos que aún no saben que lo son.

Este libro es una recopilación de los quince años que cumple la Colección Poesía de Vaso Roto Ediciones. Este número 150 de la colección está ensamblado con fragmentos de los 149 números anteriores. Voces de diversas latitudes y épocas se reúnen en esta edición de lujo.
«Se dice que se escribe para un otro, que la boca habla a otro oído. Sin embargo, el poeta se habla, se repliega siempre en intimidad. Fruto de lo vivido, habita el destierro, la humedad tibia de la playa, la concha que trenza el nácar al azar. Su voz exige un largo regreso a casa. Acepta que sus palabras se contradigan, que en ellas coexistan dos polos de una misma inocencia.» Emocionante ya desde la maravillosa introducción de Jeannette L. Clariond esta es una lectura que he disfrutado muchísimo, un libro al que seguiré acudiendo en busca de belleza.
He leído por fin a autoras que tenía en el punto de mira desde hacía tiempo como Anne Carson, Natalia Litvinova y Dorothea Tanning y he conocido poetas a las que seguiré muy de cerca desde ya como Joumana Haddad y Alda Merini.
Tamaño grande, tapa dura, papel grueso y sedoso y cada poema acompañado por un dibujo o grabado del artista chileno Víctor Ramírez. Una gozada de principio a fin.

Hermoso recopilatorio de poemas de lo más variados, tanto a nivel de temática como de artistas. 
La edición del libro es excelente. Tapa dura, con hojas gruesas y unas ilustraciones en tinta negra acompañando a los textos. Además de la más que práctica cinta marcapáginas incorporada (que veo cada vez menos a menudo).
Me hubiera gustado que se incluyera el detalle del idioma original y el año de publicación de cada poema, para comprender mejor el contexto de cada uno. Aparte de eso, y sin ser ninguna experta ni lectora habitual de poesía, creo que en general es un libro muy interesante.