Este no es un libro para todo el mundo. Tienen que gustarte la historia y los entresijos de la IGM si quieres disfrutarlo realmente, porque no es una novela y está lleno de datos que o bien disfrutas descubriendo, o te agobian y te hacen abandonar la lectura. En mi caso he disfrutado de una tarde llena de descubrimientos, porque cuando crees saberlo todo, siempre surge algún episodio que te sorprende o sobre el que te gusta volver a leer. El autor nos lo va narrando todo con mucha ironía y una crudeza que en ocasiones resulta hasta poética, pero que te mantiene pegado a la lectura, deseando saber más. En definitiva, otro gran descubrimiento. |