Johnny y los muertos

Cuando se habla de la muerte con inocencia, buenos deseos y un poco de sarcasmo, aparece Terry Pratchett con este libro y deja llorando treinta minutos después de haberlo leído.

En este libro se tocan varios temas delicados, como el hecho de que hay que valorar la vida cuando la tenemos, no podemos permitirnos el lujo de esperar a perderla para saber lo que teníamos.
Johnny se ve involucrado en una lucha por mantener el cementerio, ya que una empresa constructora quiere derribarlo y utilizar ese terreno para edificar oficinas y demás negocios lucrativos.
Los muertos al verse espoleados a irse de, donde había sido desde hacía mucho tiempo hasta ahora, su hogar, instan a Johnny a que luche por ellos y por el cementerio. de esta manera Johnny se ve obligado a intervenir en una reunión vecinal con la constructora.
A todo esto los muertos no pierden un segundo en informarse, Johnny les facilita una radio a pilas para que escuchen lo que está pasando en el mundo desde un rincón del cementerio.
Esto les genera curiosidad, comparten anécdotas de como era ésto o aquello en su época, y deciden emprender una excursión más allá del camposanto para vivir los nuevos tiempos. Así es cómo los muertos de Blackbury se sueltan las canas y salen a divertirse.
Todo esto genera una serie de eventos en la ciudad un tanto paranormales y bastante graciosos.

Esta trama explicada vendría a ser el hilo argumental central, pero lo que es verdaderamente interesante son los detalles que, como pinceladas, encontramos aquí y allí a lo largo de la narración.
Parte de una historia sobrecogedora de la Segunda Guerra Mundial nos sacudirá y nos pondrá los pelos de punta. También el saber que de alguna manera se nos recuerda, esto se ve muy expuesto cuando conocemos a los personajes, que están encasillados en lo que lograron o fallaron durante sus vidas.
También conoceremos a un personaje que "se tomó la vida tan en serio, que decidió quitársela" y que es una sombra del suicidio, un tema que nos sigue con su sombra y del que apenas se habla.

Tras cerrar el libro estuve veinte o treinta minutos llorando por todo lo que me revolvió en mi interior. Creo que no viene mal tratar estos temas en la literatura y que Terry Pratchett lo ha hecho de manera magistral y acercándola a un público joven.
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