Tan solo un segundo

Ambos sabíamos como las cosas podían cambiar en un instante. Por eso nuestra promesa no hablaba del mañana, sino del día a día. Porque siempre estaba hecho de incontables ahora. Y tan solo un segundo podía contener un infinito.

Miré fijamente esos preciosos ojos verdes y vi mi futuro en ellos, nuestro futuro. Jamás en la vida había querido ver eso en nadie; sin embargo, con Hannah Daniels no podía conformarme con menos que un infinito.

Arriesgar el corazón era lo que nos daba vida.

Lucha, lucha por lo que quieres, en cada cosas que haces hasta el límite de tus fuerzas, para que cuando todo se desvanezca solo queden sonrisas de satisfacción y no remordimientos.

historia profunda, con un transfondo que me cautiva de sobremanera.

Cuenta la historia de dos mejores amigos que decidieron completar su sueño como patinadores juntos.

Cuenta como tras una fiesta, uno de ellos se lesiona y abandona la lucha del triunfo volviéndose así mismo alguien más frío que el hielo de la pista con todos, incluso con ella...

De como ella, se cierra así misma aun peleando por lo que quiere en una batalla llena de gente que lucha por verla caer como propósito único.

Es una novela que ha superado mis experiencias que eran muchas. Me lo regalaron por mi cumpleaños y al verlo pensé que era la típica historia documentada en las películas de domingo por la tarde de antenatres con esos finales tan predecibles y principios terriblemente tediosos pero me equivocaba.

La novela empieza de la manera más intensa que jamás habría imaginado, la tensión se corta con un cuchillo y te das cuenta que incluso antes de empezar, algo se ha roto.

Es una novela que te encoje el corazón y lo estruja a su antojo. Acabas hecha un mar de lágrimas, pero merece la pena.

Merece mucho la pena.

La vida es condenadamente corta. ¡Haz lo que te haga feliz!

Lucha. Lucha por lo que quieres, en cada cosa que haces y hasta el límite de tus fuerzas, para que cuando todo se desvanezca solo queden sonrisas de satisfacción y no remordimientos.

Lo que me rompió el corazón fue su mirada. Ver lo perdido que estaba, cómo quería volver a encontrarse y no podía, o más bien no sabía cómo hacerlo

Simplemente, decir que tenéis que leerlo. Uno de los mejores libros newadult que he leído.

Durante los últimos meses había aprendido qu ela felicidad radicaba en uno mismo, en la forma en la que te enfrentabas al mundo. Las circunstancias influían, en especial si eran adversas y dolorosas, pero en tu mano estaba dejarte cegar por lo malo o abrir los ojos y buscar lo bueno.