Bucólicas

Esta deliciosa obrita,compuesta por 10 piezas cortas o églogas,supuso el debut literario de Virgilio,uno de los más grandes poetas grecolatinos.Luego vinieron las "Geórgicas" y,sobre todo,la "Eneida",su obra magna.Pero las "Bucólicas" o "Eglogas" mantienen un encanto especial,fruto quizá de esa gracia y candor que destila la dulce y sencilla armonía de sus versos.

Las églogas virgilianas,herederas de los idílios pastoriles de Teócrito,reiteran muchos de los tópicos del género bucólico.La vida pastoril,armonizada con su entorno silvestre y en la frecuente compañía de la música y el canto,constituye el contexto idealizado en el que transcurre una trama basada en los amores no correspondidos,la nostalgia de la tierra natal y una diversa temática mitológica.Pero Virgilio no no es un inocente ingenuo.El estilo pastoril cede a veces a un tono más elevado,incluso épico,como ocurre en las églogas IV y VI.Y lo más importante,la idealizada Arcadia feliz se sabe recluida en un pasado de imposible retorno.Los tonos agrios de la realidad hacen crecientemente su aparición en el texto.Lo vemos en la mención a la confiscación de tierras que tenía lugar en esa época,y también en el amor desconsolado frente al que nada puede el entorno campestre y pastoril y que centra el argumento de la X y última égloga.Parece el reconocimiento de la brecha insalvable entre la idealización bucólica y la cruda realidad.Los humanos parecemos condenados a lo imposible necesario para sobrevivir.El ideal mítico se asemeja a una especie de inconsciente colectivo que se despliega como anhelo,como una difusa esperanza en que lo dado no sea la sola y última palabra.

Diez poemas bucólicos de Virgilio, su primera gran obra. Se supone que se trata de pastores poetas que cantan sobre cabras, árboles, flores y así, pero no es del todo así. Son poemas escritos desde la ciudad que hablan acerca del campo. Más todavía, el tema central no es campestre, sino erótico, lo dice Virgilio explícitamente en la Décima Bucólica. Es decir, hay cabras, árboles y flores, pero el guía dantesco se la pasa hablando de relaciones pasionales, la mayoría homosexuales, como en la Segunda Bucólica. Otras tantas son mitológicas, como ocurre en la mayor parte del libro, en diálogo con Homero. Hay algo extraordinario en la cuarta. El pasaje del plural al singular en una misma frase -aunque no tengo idea de la versificación original- genera un efecto calculado de violencia. Tremendo recurso estético-político. Más allá de la saturación erudita de estas bucólicas, creo que ahí radica su fuerza, en la música, en los recursos sintácticos que producen efectos semánticos y pragmáticos. Quizás leer traducciones no sirva de mucho.