Los fragmentos del destino

No solo eso, sino que les inculcaron que no servían para el combate y que somos una raza pacífica. Eso solo sirve en un mundo lleno de paz, y no es el nuestro. Si tú y yo podemos, ¿por qué ellas no? ¿Por qué no nos enseñan a defendernos? Saber combatir no nos convierte en una raza bélica, pero al menos nos permite protegernos en caso de ser necesario.

pero Azaroth era para mí como un padre, y lo he traicionado por ti. Mis compañeros eran amigos, y los he dejado por ti. Evan era como mi hermano, y me he enfrentado a él por ti. He matado a Nathan, he soportado la compañía de las sacerdotisas de la Logia. Dioses, Nalia, ¡incluso he muerto por ti! ¿Qué más necesitas para comprender que quiero estar contigo? Me estoy enfrentando a todo lo que ha sido importante para mí alguna vez en mi vida

Si hacía un pacto con ellos, ¿era como demostrar que estaba de acuerdo con sus actos? ¿Me convertía en su cómplice? ¿O el hecho de que fuese por un bien mayor lo justificaba todo?

-¿Sabes? -dijo Ailin al poner a mi lado-. Creo que este puede ser el motivo por el que desarrollaste tan tarde tu marca.
-¿Por qué? ¿Qué tiene eso que ver? -preguntó Nesha.
-En realidad, podría tener mucho que ver -.explico Fil-. Ha encerrado dos sendas en su interior y, evidentemente, su desarrollo es más lento que el de una sola. Es posible que necesitase más tiempo, o que las marcas se enfrentaran entre ellas por salir.

Pero yo no lo apruebo. No será bueno para ti, y prefiero que sufras ahora a que te envenene poco a poco. No me pidas que me lleve bien con él, porque lo único que puedo hacer por ti es esconder la repugnancia que me despierta tu relación.

Entonces, ¿de verdad tuteaste a Eliora? Por todos los dioses, Nalia, tienes que aprender a comportarte.

Tenía la mente tan llena de preocupaciones que me estaba olvidando de la que realmente me interesaba y de la que dependían mi vida y la de mis amigos.