Todo lo que puedo dar

Roque Betanzos es un guionista a punto de cumplir los cuarenta años. Su novio Joel lo abandona por mensaje tras tres años de relación. Así que decide pasar quince días de vacaciones en el pueblo de su infancia, lugar donde se desarrolla el guión, basado en hechos reales, que está escribiendo. 

La mayor parte de la historia transcurre en agosto del 2020 en Calmosa, un turístico pueblo costero bastante desierto debido a la pandemia. 

El libro está narrado en segunda persona, algo que me gusta y que facilita la lectura haciéndola más amena. 

Nuestro narrador nos va contando, de tú a tú, la vida de Roque. Con un estilo ágil y desenfadado, y un vocabulario sencillo, nos pone al día de los pensamientos del protagonista y las situaciones por las que pasa. 

Me gusta que el protagonista esté a punto de cumplir los cuarenta años, una ya cansa de que en los libros nadie parezca tener más de treinta años. Además dista mucho de ser perfecto, y eso es algo que también se agradece. 

No quiero hablaros demasiado del libro, no es muy largo y podría contar demasiado. Sí que os diré que tenemos dos historias en una. 

El abuelo de Roque le contó a su nieto una historia ocurrida cuando él era un niño. El guionista la está utilizando como base para una webserie, y el autor nos hace partícipes de ella. 

Por otro lado está Roque. Tras el abandono recuerda que él mismo hizo algo parecido años antes y poco a poco irá conociéndose a sí mismo y aprendiendo de sus errores. Me gusta la evolución del personaje. 

Me ha gustado mucho el libro y he disfrutado con la lectura, ambas historias son muy interesantes y resultan creíbles. Es muy sencillo de leer y engancha. Es una novela ligera, pero con mensaje, perfecta para leer en una tarde, o un par de ellas. 

Tenemos un poco de todo, hay amor, desamor, tragedia, aceptación de uno mismo, y la dosis justa de sexo. 

Los personajes están bien desarrollados pese la corta extensión de la novela. El autor nos presenta lugares y personajes en pocas palabras y de forma ágil. No necesita largas frases y descripciones para ubicarnos en el lugar, ni para hacer que conozcamos a los distintos personajes. 

Ambas historias están bien compensadas y compaginan bien la parte trágica con la más mundana. 

Ya había leído varios libros del autor antes, así que no me molesté en leer el argumento antes de comenzar la lectura. Eso hizo que me descolocase un poco el inicio, pero también que me enganchase sin remedio. 

Espero tener la oportunidad de leer pronto alguna otra obra del autor.