La voz de los retratos

Esta es la primera novela de la autora y no lo parece, me ha sorprendido el estilo cuidado que tiene, sensible y atrayente. Lo he ventilado en una tarde y eso que la edición en papel tiene trescientas setenta y nueve páginas.

El libro se divide en tres partes. La primera alterna el presente y pasado de Lucía, centrándose en el reencuentro con el amor de juventud. de las otras dos no puedo adelantar mucho para no romper la magia, pero sí diré que son bastante controvertidas, hay un giro en la trama que acabó rompiéndome los esquemas, aunque no sé si me acabó de convencer o no, por un lado lo "compro" pero por otro... me chirrió un poco, por eso no acabé de darle una valoración más alta.

La novela empieza con una mujer con unas cenizas en un acantilado, no descubriremos el significado hasta llegar al final (o por lo menos yo no lo deduje antes).

Conoceremos a la acaudalada familia Doria, aparentemente una familia que lo tiene todo y que irradia felicidad, pero no es todo oro lo que reluce. La relación entre padre e hijo es más que tensa, y durante años viven en un eterno "tira y afloja". Los conoceremos de la mano de Lucía, nuestra protagonista, quien queda eclipsada por estos.

Durante toda la historia veremos las distintas etapas en al vida de la muchacha, cómo madura y cómo va cambiando su opinión respecto a la familia (con unos para bien y con otros para mal). Los Doria no le han puesto las cosas fáciles a Lucía, al lado de ellos vivió las mejores experiencias de su vida pero también las peores.

El libro es una montaña rusa de sentimientos, pasando por el amor, pasión, ruptura, segundas oportunidades, engaños, esperanza, tristeza y arrepentimiento.

Si tuviera que catalogar este libro diría que romántica sentimental o narrativa femenina (odio esta etiqueta pero para que os hagáis una idea).

Por mi parte, no será el último libro que lea de la autora, estaré atenta a sus publicaciones.

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