El libro de las invasiones

Hace miles de años reyes, dioses y demonios lucharon encarnizadas guerras en suelo irlandés. La historia de aquella época se transcribió en «El libro de las invasiones» y se mostró al mundo como si se tratara de simples mitos. Se pretendía así que las razas que poblaban sus páginas se dieran por extinguidas y sus poderes cayeran en el olvido.

Pero se equivocaron. Birgit es un híbrido, mezcla de dos grandes razas primigenias. El mundo que habita ya no es el que creía conocer y huir o esconderse no son opciones posibles, por lo que debe enfrentarse a aquellos que quieren destruirla.

“El libro de las invasiones”, de Raquel Villaamil, es la segunda parte de “El aviso de los cuervos”. En este libro la autora nos cuenta el origen de los Fomoir, los Tuatha Dé Danann y los Dryw, y su relación con los antiguos dioses irlandeses.

Esa antigua historia se alterna con la de Birgit y Mist en la actualidad. Una vez más, perseguidos por unos y otros, deben esconderse para que Birgit pueda dar a luz a su hijo y criarlo alejado de aquellos que pretenden matarle o hacerse con su enorme poder.

Una de las cosas que más me han gustado del libro es el trabajo de documentación que ha hecho la autora sobre la mitología irlandesa y el culto celta; algo que me apasiona desde hace años. También el gran protagonismo que cobra Brian, el fomoir al que no sabes si comerte a besos o cortarle la cabeza. Su historia es mucho más compleja de lo que se dejaba entrever en la primera parte de esta historia.

La novela me ha parecido una maravilla. de esas que lees despacio, disfrutando de cada párrafo, deseando que nunca se termine. La autora ha conseguido superar con creces “El aviso de los cuervos” (que ya era buenísima) y seguir dando forma a esa historia de amor, magia y muerte, hasta llegar a un final de los que nunca se olvidan.

Una bilogía que volveré a leer dentro de unos meses para reencontrarme con la magia. Dejaré que, una vez más, sean los cuervos los que guíen mis pasos hacia esa Irlanda que tantas ganas tengo de visitar