Amor: Poesía reunida 1988-2010

Amor. Poesía reunida, 1988-2010 (2010), de Manuel Vilas (1962), es una antología que abarca el paso del yo al nosotros, de lo individual a lo colectivo, de su autor. Diempre descarnado, apasionado, dejándose la piel en cada verso y sin ningún pudor por mostrar su soledad, el decadentismo de la existencia y su pelea.

Y es que en sus poemas está latiendo la vida, canalla, tierna, absurda, compuesta de todos y cada uno de sus actos morales. de los de cada quien. de un odio y amo que conviven en perfecta batalla, del dolor de la escritura, de la incomprensión de la pérdida que alguien reduce a un peso en un horno crematorio. Y de la tabla de salvación en forma de viaje permanente al que no queda más remedio que llevarse a uno mismo. Y vivirlo profundamente para escribirlo después. ¿O es al contrario?

La vida duele y algunos mitos ayudan, no sé si a mitigar el padecimiento, pero desde luego, sí a entretenerlo. Jim Morrison y su tumba le sirven para congratularse de la fortuna del “viejo borracho, farsante/ y mal poeta” que es para él Morrison, eso sí, una suerte de semidiós que reposa para siempre en un sepulcro alrededor del que, constantemente, florecen jovencitas de todas las nacionalidades que se detienen para fumar con él. Lamenta Vilas, sin embargo, que hubiera muerto allí, tan solo por no tener otro sitio adonde ir. Esta falta de pertenencia a un lugar se desliza bajo su poesía y se riega con ginebra antes de la hora de comer. Quien ha visto tanto, es posible que ya se crea poco.

Su poesía tiene tanta verdad, tantas piezas rotas que conforman escenas tan reales que nos hieren como trozos de un espejo. Nos recuerda tanto a un edificio, aún en pie, eso sí, adornado por el cartel de "peligro de derrumbe", que nos dejamos apuñalar por sus palabras y que nuestras heridas sean una sola. Vilas, cuando quieras, nos ahogamos juntos en tu piscina del desencanto.
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