Vila-Matas es un escritor escurridizo, sugerente y adictivo, con el que uno nunca sabe a qué atenerse. Sus libros, carentes de trama, son laberínticos ensayos novelados por el que deambulan personajes que son y no son el autor y en los que la literatura se hace vida y la vida se vive como literatura, y tanto en una como en otra, vida y literatura, se siente una honda angustia por los límites que nos vienen impuestos tanto por nuestra específica naturaleza como seres humanos como por nuestra limitada capacidad como individuos. Una angustia, eso sí, ligera, plena de humor y alejada de la solemnidad acostumbrada en los temas que el autor aborda. En este libro, Vila-Matas, en su papel de Doctor Pasavento, ansía una existencia sin barreras, ansía ser Dios, uno y trino, y embriagarse en un mundo de “soledad, silencio, locura y libertad”. Quiere fracasar triunfando, creer lo uno y su contrario, desaparecer y que lo encuentren, asomarse al abismo y sobrevivir. Padece de una necesidad vital de conexiones imposibles, señales existenciales, mensajes ocultos trascendentales. Con la mano derecha necesita dar profundidad a la vida, conferir misterio a la existencia, mientras que con la irónica mano izquierda se busca la levedad, escapar del peso que es vivir, desaparecer sin prescindir de la presencia y hacer la literatura que le ayude a comprender la vida, porque solo la literatura “parece ocuparse con seriedad de nuestro espanto”. En este negociado del desaparecer el autor elige como héroe plenipotenciario a su queridísimo y admirado Robert Walser, el escritor que capaz de cantarle al botón: «Eres capaz de vivir sin que nadie se acuerde, ni lejanamente, de que existes.»; el ser humano que no da valor a su vida y que, sin embargo, la ama en espera de una «ocasión para echarla decorosamente por la borda.». En definitiva, ese escritor y ser humano con el «heroico afán de librarse de la conciencia, de Dios, del pensamiento, de él mismo.» ¿Por qué me ha gustado menos que otros de sus libros? Posiblemente el efecto sorpresa al toparnos con algo tan distinto y tan atractivo va disminuyendo a medida que uno acumula lecturas del autor; este libro es quizás el más ensayístico y con una historia más endeble de los que de él he leído; y, por último, tampoco ayuda un final tan diluido. Y, sin embargo, “seguiremos ahí esperando acontecimientos”. + Leer más |
En este encuentro del Ciclo Palabra, el autor Enrique Vila-Matas conversa con la docente y especialista en el trabajo de Vila-Matas, Cristina Oñoro, sobre su obra y trayectoria literaria, especialmente de su última novela, Montevideo (Seix Barral).
Vila-Matas estuvo en nuestra Sala Club para presentar una ficción verdadera, un gran tratado sobre la ambigüedad del mundo como rasgo característico de nuestro tiempo, una novela en la que el mejor Vila-Matas encuentra la forma de nombrar nuevamente las cosas cuando todo parece ya dicho; hazaña tanto más admirable porque el núcleo central de su obra no es otro que la modernidad de la novela.
El escritor estuvo acompañado por Cristina Oñoro (Madrid, 1979), profesora titular de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Complutense de Madrid, quien ha desarrollado su trabajo como profesora e investigadora en la Université de Strasbourg (Francia) y en el Real Colegio Complutense en Harvard.