Otra vez una historia de una mujer violentada, que en este caso es más o menos rescatable porque la anécdota del baúl es entretenida. Pero, para mi gusto el gran error es que los personajes hablan como si hubieran salido de una telenovela de TV Azteca. La gran oportunidad de la autora era mostrarnos el proceso mental de Helena de una manera natural. Para nada lo logra. Resulta acartonada y poco realista. Lo mismo sucede con las cartas de los hijos.
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