La Inmersión

Yvonne, de ochenta años, viuda, vende la casa donde ha vivido durante sesenta años para irse a una residencia. Para Yvonne este cambio no es fácil, pero ayudada por las visitas de su nieto y por un enfermero de la residencia le planta cara a la tristeza. Se hace amiga de un grupo de residentes divertidos y lúcidos e incluso se enamora. Pero de pronto, su mente empieza a confundir cosas y a no poder controlar el habla. Siente que lo que su vida se le va a ir por un agujero negro e Yvonne decide regalarse un último momento junto con su amigos: una tarde de paseo por la naturaleza. Una última tarde, quizás..
"La inmersión" es una historia dura y dulce, triste y esperanzadora, La historia nos cuenta la vida en la residencia donde se controla a los residentes, se les prohíbe divertirse, se les infantiliza; no se piensa en ellos como sujetos con emociones y deseos. Los personajes son entrañables y muy reales; seguro que todos podemos reconocer a alguien en ellos. Los dibujos son preciosos, con mucho detalle, no te dejan abandonar la historia hasta el final. El libro, a pesar de la historia que cuenta, se lee con una sonrisa en los labios y también con os ojos húmedos.