Cantar de Roldán

... Mi valor se acrecienta.
No sea la voluntad de Dios ni de sus ángeles
que por mí se perdiera de Francia la valía!
¡Más quiero yo morir, que deshonor me venga!
Cuanto más golpeemos, más Carlos nos querrá.

Díjole Blancandrín: " Roldán es muy odioso,
pues a todos los reinos los quiere reducir
y quiere conquistar a todas las naciones.
¿Con qué ejército cuenta para cumplir sus planes?"
Responde Ganelón: "Gracias a los franceses.
Le tienen tanta estima, que no le han de faltar.
Presentes de oro y plata les da en gran cantidad,
y mulos y corceles, y sedas y armaduras.
Al mismo emperador lo tiene a su merced:
reinos hasta el Oriente él le conquistará".

Con las mazas de hierro y las hachas que llevan
destruyen las imágenes, así como los ídolos:
no habrá más maleficios, tampoco sortilegios.
Por su amor hacia Dios, el rey le hace servicio:
llevaban paganos para ser bautizados
y si alguien se atrevía a resistir a Carlos,
el rey lo hacía ahorcar, o quemar o matar.

...Vos os lo habéis buscado:
valentía prudente no es insensatez,
y más vale mesura que locura insensata.
Los franceses han muerto por vuestra ligereza
y nunca más a Carlos lo podremos servir.

La batalla tendremos como nunca se ha visto.
Mis señores franceses, ¡Dios nos quiera valer!
¡Mantened bien el campo, que no seamos vencidos!
Los franceses responden: ¡Maldito sea el que huya!
Ni en peligro de muerte nadieos ha de fallar.

Carlomagno no puede retener más el llanto
y los cien mil franceses sienten por él piedad,
y sienten por Roldán un grandísimo miedo:
Ganelón el traidor buscó su perdición.

- Señor - Ganelón dice -, solo Roldán ha sido.
Ya nunca le amaré mientras dure mi vida,
ni tampoco a Oliveros, que es su fiel compañero.
Y a esos Doce Pares, ya que lo quieren tanto,
los desafío a todos aquí en vuestra presencia.