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La historia comienza con una serie de barcos que son atacados por una enorme bestia desconocida. Entonces contratan a un profesor francés Pierre Aronnax, biólogo, quien irá junto con su criado Consel para tratar de ver de qué animal se trata. En medio de una confrontación con este cetáceo, por esas casualidades caerán al mar pero serán salvados por el arponero Ned. Quedando así en el océano, encima de aquella bestia. Cual será la sorpresa de estas tres personas cuando descubran que la bestia no es de carne sino de metal. Resulta que aquel cetáceo es un submarino de enormes dimensiones comandado por el Capitán Nemo. A partir de acá el Capitán les salva la vida a los tres, pero también los toma como prisioneros. Sin embargo no estarán en una jaula, sino que pueden moverse por todo el submarino, comer lo que comen todos, e incluso salir a hacer expediciones debajo del mar, por supuesto, con la condición de que nunca podrán volver a ser libres. Al principio esto no le incomoda a Aronnax, puesto que él es biólogo y aquel viaje es una gran oportunidad para estudiar lo más profundo del mar. Sumado a que el Capitán Nemo se muestra muy amable en explicarle hasta los más mínimos detalles del océano. Así visitan varios escenarios que parecen surrealistas. Pero… ¿Cuanto podrá durar este viaje sin que pierdan la cordura? Pues, el arponero Ned, es el primero en empezar a sentirse asfixiado por aquella nave. Me encantó toda la historia. Los personajes están muy bien construidos. Lo que me pasaba, personalmente, es que me creía la personalidad de cada personaje, es decir, no me parecía para nada forzado como ocurre en otras novelas, sino que acá todo era natural. El Capitán Nemo es el más enigmático de todos. Construyó aquella nave con un fin especifico. Es un hombre muy amable, culto, inteligente, noble, fiel, amigable, dispuesto a ayudar. Pero en su interior guarda un secreto que le carcome la mente. Al Capitán le molesta cazar por cazar. Porque si bien, él ha cazado innumerable cantidad de peces y otros animales acuáticos, siempre fue en razón de abastecerse con comida, y nunca por diversión. Y esto lo deja bien claro ante el arponero Ned. También hay un capitulo donde aparece la Atlántida, que me dejó con la boca abierta. Y me gustó mucho cuando pasan por las Islas Malvinas y se dirigen al Norte, pasando al lado de Argentina. No sé porqué, pero no pensé que esa parte me llegara tanto. Y como otra curiosidad, hay una parte donde el profesor biólogo hace una referencia a Edgar Allan Poe, con su libro “La narración de Arthur Gordon Pym” no sé si sabrán, pero Julio Verne era un gran fanático de Poe. Incuso, el relato que les acabo de nombrar tiene un final inconcluso, por lo cual Verne decidió continuarlo, y a esta “segunda parte” la llamó “La esfinge de los hielos”. Un punto negativo para mi, (aunque quizá no para otros) es que da demasiados detalles de la vida acuática; nombra peces, y todas las características que lo rodean, color, familia, si es vertebrado o no, si vive en tal cual región. Y no lo hace una o dos veces, creo que lo hace en el 95% de los capítulos. Lo cual me llegó a cansar bastante, porque al ser tantos datos juntos, que no aportan mucho a la trama en si, más que como para imaginarte lo que están viendo, me saturaba. Me parece buenísimo que aparte de ser una historia, tenga un fin educativo, pues si te interesa lo relacionado al mar, te vas a frotar las manos con este libro. Pero en mi caso en particular, yo solo fue buscando una historia y me encontré con una enciclopedia de vida submarina y lugares con sus coordenadas. Igual no me malentiendan, no crean que por esto no vale la pena leérselo. Por supuesto que vale la pena, porque te enganchas tanto con la historia que ni cuenta te das de todo lo que ya vas viendo. ¿Que si lo recomiendo? TOTALMENTE. Enlace: https://lacalaveraintelectua.. |
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