La vuelta al mundo en ochenta días

Phileas Fogg es un caballero ingles de gran fortuna, es muy especial con sus cosas, por lo que en un descuido de su ayudante de cama lo corre, esto hace que entre en su vida el francés Jean Passepartout, quien buscaba un nuevo empleador más tranquilo y menos aventurero, lo que no esperaba es que ese día en la reunión del Reform Club se leerían dos artículos que cambiarían sus vidas, el primero, que casi no causó revuelo, es que se habían metido a robar al banco, robándose 55 mil libras y sin tener ningún sospechoso, el segundo trata sobre la inauguración de un tren con el que supuestamente ahora sería posible dar la vuelta al mundo en 80 días, todos escépticos comienzan a hablar sobre esto, pero Foggs muy seguro dice que él podría hacer ese recorrido, cosa que lleva a que apueste la mitad de su fortuna contra todos los miembros del club, es así como comienza su aventura.
En medio de todo esto, el detective Fix, encargado del caso del robo, casualmente se encuentra con Passepartout, quien brevemente le cuenta del rápido viaje que su jefe quiere hacer, lo que hace que el detective piense que él es el ladrón y que solo quiere escapar, lo que lo llevara a a tratar de arruinar los planes de Foggs.
Lamentablemente el tramo del tren no ha sido terminado realmente, lo que los hace tener que tomar medidas diferentes, como viajar en elefante, situación que lo hará conocer a una hermosa mujer que se convertirá en compañera de viaje.
Este es un excelente libro que con su trama bien manejada te mantiene atrapada, me gusto el flujo de la historia, como van pasando las cosas, como Foggs arregla todo con cierta facilidad, Passepartout es una persona que, junto con Fix, a ratos me caían mal, por su forma de arruinarle los planes a Foggs, este es un libro que te hace imaginar todo lo que pasa y que es fácil de leer.

Antes de lo que conocemos como La vuelta al mundo en 80 días, el libro comienza dándonos a conocer a uno de los personajes más importantes de Londres, Phileas Fogg, nadie sabe a lo que se dedica pero sí que maneja una gran fortuna. También sabemos que es un hombre de mundo y lo más extraño y misterioso, no es que no tenga mujer e hijos, si no que no se le conoce amigos ni familia. Por ello, nuestro protagonista es bastante peculiar. La única persona que tiene acceso a su meticulosa vida es su criado, y ahora comienza en este puesto Passepartout.

Cuando un extraño robo sucede, se replantean el tamaño de la tierra y surge la apuesto donde Phileas y su criado emprenderán rumbo para demostrar que pueden dar la vuelta al mundo en 80 días.
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Si bien había visto la película, leer este clásico me ha parecido mucho más profundo y con muchas más aventuras que las que recordaba.
Es un libro para un gran abanico de edades, entretenido y que se lee en un rato.
La traducción de esta edición me ha parecido perfecta, las ilustraciones son preciosas, los capítulos son cortos y tienen bastante diálogo.
Los personajes me han parecido más interesantes y peculiares de lo que recordaba. Me ha encantado redescubrir esta historia de mano de Alma Clásicos Ilustrados ya que la edición está muy cuidada y con todo detalle, la portada me parece preciosa.
Sin duda, una recomendación atemporal que todos deberíamos leer en algún momento.

Reconozco que este es un clásico que, aunque muy presente en la cultura popular, aún tenía muy pendiente y ha sido toda una delicia poder disfrutar de él en esta fantástica edición ilustrada que me ha hecho soñar con las aventuras de Phileas Fogg y sus carismáticos acompañantes. Julio Verne no defrauda y “La vuelta al mundo en 80 días” es un claro ejemplo de esa literatura que, en el siglo XIX, con un mundo completamente desconocido para la mayoría de la población, podía hacer viajar a través de sus líneas a sus entusiasmados lectores; en ese sentido, considero que no ha perdido fuerza esta premisa y yo me he sentido con esa ilusión que seguro embargaba a quienes ya entonces siguieran el, en apariencia, imposible periplo.

El caballero inglés Phileas Fogg comienza una apuesta con sus compañeros del Reform Club jugándose la mitad de su fortuna a la improbable proeza de dar la vuelta al mundo en tan solo 80 días. de esta manera y, acompañado por su reciente mayordomo Passepartout, comenzará su viaje a través de un mundo cada vez más unido por los recientes avances tecnológicos (no olvidemos también la contingencia de que en el momento en que se publica la obra, en 1873, el Imperio Británico abarcaba una gran extensión de territorios). Sin embargo, el periplo no se encontrará exento de peligros; perseguido por el detective Fix, otras veces llevado por su honor a no hacer la vista gorda ante atrocidades, etc. Fogg tendrá que ingeniárselas de diversas maneras en pos de su proeza.

Los vastos conocimientos geográficos de Verne, así como de todo lo relacionado con esos avances tecnológicos de su época, han contribuido especialmente a que pueda dejar volar mi imaginación y soñar con todos los viajes que nos relata. Por otro lado, son increíblemente pormenorizadas sus descripciones y, sin embargo, en ningún caso se hacen pesadas, solo vienen a alimentar las continuas aventuras que viven los protagonistas. Respecto a ellos, debo decir que, a pesar de su flema típicamente inglesa, Phileas Fogg llega a ser un personaje carismático. Es muy destacable que nunca se rinde ante la adversidad (cierto es que ayuda lo desprendido que puede llegar a ser con el dinero), no decae su ánimo y encuentra soluciones muy ingeniosas a cada situación.

Por su lado, Fix y Passepartout tienen esa ternura especial de unos secundarios sublimes, contrastando a la perfección la seriedad del uno con el matiz humorístico del segundo; pero ambos con el mismo sentido del honor. Debo decir que es una pena no conocer más sobre la historia de Aouda, relegada al papel de eterna acompañante cuando su aparición es precisamente uno de los momentos más espectaculares y emocionantes de la novela. En cualquier caso, es imposible no dejarse llevar por el frenético ritmo que nos impone Verne y beber con ansia de todas las aventuras que nos traslada en una obra que, incluso conociendo ya el final por sus numerosas adaptaciones, ha conseguido mantenerme en vilo hasta el último momento.

Hacía tiempo que quería leer un libro de este hombre y por fin ahora me voy a dar el gusto. Verne es uno de los escritores más importantes de ciencia ficción y uno de los más importantes de la historia. Si bien casi todo el mundo lo conoce por sus novelas de ciencia ficción, este libro es una novela de aventuras y por eso quizás no es la historia más adecuada para conocer a Verne. También hay que tomar en cuenta que en su época Verne fue muy criticado por esta novela. Las comparaciones son odiosas pero este libro “es el crepúsculo del siglo XIX” y no era considerado buena literatura.

Este libro nos presenta a dos personajes muy diferentes. Por un lado tenemos al señor Fogg un hombre que vive cada día bajo una estricta rutina. Una de las cosas que incluyen esa rutina es ir al Reform Club a pasar el día con otros señores millonarios y apostar por diversión. Por el otro lado tenemos a Jean Passepartout. Passepartout es el nuevo mayordomo del señor y es un delicado señor francés que solo vive para cumplir los deseos de su amo. de todas formas, Passepartout está feliz porque el señor con el que le tocó vivir es un hombre de costumbres y no se le ocurre hacer locuras.

Como era de esperar, Fogg se pone a discutir con sus amigos del Reform Club y los trata de convencer que es posible dar la vuelta al mundo en 80 días. Tan seguro está de que esto es posible que apuesta toda su fortuna en que él puede hacerlo. Los otros hombres del Reform Club convencidos de que están frente a una cantidad importante de dinero fácil aceptan la apuesta. Tras hacer la apuesta, Fogg y Passepartout salen destino a Londres para empezar a dar la vuelta al mundo.
creo que lo que mas me ha gustado del libro es la importancia de empezar a viajar hacia el oeste o el este, ya que es más importante de lo que parece. Lo recomiendo mucho.

"La vuelta al mundo en 80 días" está considerada una de las obras más importantes, representativas, traducidas y leídas de Julio Verne. Esta novela ganó en la votación del Club Pickwick contra "Los viajes de Gulliver" de Jonathan Swift, cosa que me gustó ya que a diferencia de la obra de Swift y otras historias e Jules Verne, yo no había leído "La vuelta al mundo en 80 días" así que, como os imaginaréis, me hizo mucha ilusión y me enfrenté muy motivada a la lectura.

Al principio , la novela se me hizo muy ágil y entretenida de leer, en parte gracias a la aparición de Picaporte en la vida del protagonista Phileas Fogg y a como lo arrastra Fogg consigo en la extraordinaria aventura. Asimismo, la manera en la que el autor nos presenta a todos los personajes, Fogg, Fix y Picaporte, me pareció muy original e interesante. Sin embargo, en algunas ocasiones, la historia comenzó a parecerme algo pesada, seguramente debido a partes sin mucha acción y muchísimo viaje "aburrido y largo" en barco, tren, étc, aunque, gracias a estos numerosos viajes y las peripecias de los personajes en los diferentes lugares, estas partes pesadas no tardaban en desaparecer dejando sitio a la acción y diversión. El final de la novela debo decir que me encantó, tanto el giro inesperado (obviando el romance, que se me hizo muy cliché) como el cambio de actitud en varios personajes y el cierre de la historia.

Sobre los personajes debo decir que me han gustado todos y cada uno de ellos ya que creo que están súper bien construidos. Tal vez, Phileas Fogg fue con quien menos conecté al principio de la historia debido a su actitud de superioridad y a su actitud perfeccionista al estilo Mónica Geller ("Friends") y, por qué no decirlo, al mío también. Sin embargo, a Picaporte también le encuentro esa faceta de superioridad y creerse más que nadie pero, por alguna razón, conseguí empatizar más con el desde un principio. La relación de estos dos personajes me pareció simplemente maravillosa aunque, por momentos, no lograba entenderla del todo debido, en parte, a las jugarretas del francés. Finalmente, debo decir que mi personaje favorito ha sido Fix, el cual me parece un maravilloso antagonista (sin llegar a ser villano, según mi humilde opinión).

La ambientación creo que es donde más ha flojeado Julio Verne. En mi opinión, el autor ha conseguido describir extremadamente bien algunos lugares del viaje, tanto que ha conseguido trasladarme a esos lugares mientras continuaba la lectura pero, sin embargo, la descripción de los otros lugares no han conseguido esa sensación. En general, no me ha parecido mal.

En conclusión, este es el mejor libro que he leído de este autor y, sin duda, lo recomiendo a todo el mundo que le gusten las novelas de aventuras juveniles. Además, os recomiendo especialmente la adaptación cinematográfica de esta película del año 1956 con David Niven y Mario Moreno "Cantinflas".

Entiendo completamente por qué esta es una de las novelas más populares de Jules Verne. La acción vertiginosa, los personajes extravagantes y un espíritu optimista constante a pesar de todos los obstáculos salvajes que enfrentaron hicieron de esta una historia de aventuras realmente divertida.

Dicho esto, Phileas Fogg es un terrible compañero de viaje. ¡Nunca quiere disfrutar de ninguno de los lugares por los que viaja! de hecho, el carácter del protagonista hace que no me convenza del todo el tema central. Fogg parece ser un hombre tan sin sentido del humor que me cuesta creer que de repente acepta embarcarse en este viaje en lo que parece ser un capricho.

También quiero destacar una cosa que me ha dejado completamente desconcertada. Siempre pensé que en algún tramo del viaje se haría en un globo aerostático. Esperé toda la novela para que apareciera uno, y aparte de una mención, estaba completamente ausente de esta historia. Así que no entréis en esta novela esperando globos aerostáticos cuando en su lugar obtendrás trenes, barcos de vapor, elefantes y otros modos creativos de transporte.

En definitiva, "La vuelta al mundo en 80 días" se trata de otro increíble viaje de Jules Verne, lleno de aventura, emoción e imaginación. La prosa de Verne es fuerte, interesante y solo hay pequeños momentos de torpeza o poco convincentes. Sin embargo, son pocos y distantes entre sí, y en su mayor parte el libro es una forma excepcionalmente ligera y divertida de viajar por el mundo.

Fue inevitable comenzar este libro sin acordarme de la serie de dibujos que veía de niña. Recuerdo perfectamente el aspecto del león Willy Fog y su mayordomo, el gato Rigodón, pero las abundantes y detalladas descripciones del libro ayudaron a desterrar rápidamente los dibujos de la vuelta al mundo de Willy Fog.

Phileas Fogg es un caballero inglés de la cabeza a los pies. Tan educado y elegante como obsesionado por controlar el tiempo. Es evidente que tiene un trastorno obsesivo compulsivo con los números y el tiempo. Por el contrario, Passepartour es un joven agradable y extrovertido que se deja dominar por sus emociones muy fácilmente, metiéndose en toda clase de embrollos.

La mayor parte del libro es muy entretenido y ameno. Me gustó mucho el rescate en elefante en la India y el asalto al tren en Estados Unidos, ¡es una escena digna de una película de acción! Durante todo el libro estuve pendiente del famoso viaje en globo, pero lo cierto es que jamás tiene lugar. En cierto momento de apuro, sí que le pasa por la cabeza al señor Fogg viajar en globo, pero rápidamente descarta esa idea por ser ridícula.
Por supuesto el final es harto conocido, pero no por ello menos disfrutable. Las últimas páginas apuntaban a un final agridulce, pero el autor le da una vuelta de tuerca para mostrar el desenlace feliz que todos deseamos.

Es evidente que el autor se ha documentado bien sobre cada parada en el viaje del señor Fogg. Las descripciones de las ciudades, sus habitantes y las costumbres son muy detalladas. Sin duda aprendes mucho de geografía. Como siempre, en esta edición hay algunas faltas de ortografía y confusión con las fechas y horas del viaje, pero nada que entorpezca la lectura.

Empecé La vuelta al mundo en 80 días sin ninguna expectativa, ¡y he disfrutado mucho del libro!

Saludos ;)

Esta novela constituye un clásico de la literatura universal , del gran escritor Julio Verne.

El señor Phileas Fogg, un misterioso y solitario caballero inglés, abandonará su vida disciplinada para cumplir una apuesta con los miembros del Reform Club, en la que arriesgará una parte de su fortuna comprometiéndose a dar la vuelta al mundo en ochenta días utilizando los medios disponibles en la época.

Lo mejor de esta obra es saber el recorrido marcado por Phileas, junto con "picaporte" y después con Romy, conocer la ruta marcada y los ferrocarriles, barcos, u otros medios de transporte que tienen que coger para lograr esa vuelta al mundo en sólo ochenta días, contando con los posible retrasos, los cambios de hora, si pierden o no cualquier medio de transporte y lo que suponía dicho retraso para sus fines.

Tiene momentos muy divertidos, disparatados, el estar viajando de un lugar a otro me encanta, pues parece que soy yo quien está haciendo el viaje, me imaginaba recorriendo esa misma ruta yo misma y comprobar cómo sería...en la actualidad es más fácil pero en esa época no, por lo que era más complicado aún y eso hace de la novela algo más interesante.

Destaco la amistad que se forja entre Phileas, "picaporte" y Romy, ayudándose mutuamente porque al final este es un proyecto que logran todos ellos, también la forma que tuvieron de liberar a Romy de una muerte segura y próxima, todo ello muestra de una gran caballerosidad y valentía y bueno, al final acaban conociendo otros continentes así como otras culturas y consiguiendo así al final de todo un gran éxito en todos los sentidos donde también tiene cabida EL AMOR...

Me ha parecido una historia que en global resulta entretenida, pero tengo la sensación de que lo pienso al finalizarla, ya que no me parecía así en el transcurso de la misma.

Como digo la historia me gusta pero no la forma en la que se cuenta. Por supuesto su autor es uno de los grandes y posiblemente pionero en este género, pero personalmente no me ha gustado su forma de detallar los acontecimientos, dedicándose más a contar nudos y millas, que la aventura en sí.

Ninguno de los personajes me ha gustado especialmente. En concreto el protagonista principal me ha parecido un poco plano, pero según he leído esto puede incluso ser una crítica de los ingleses de aquella época. Quizás en momentos más tardíos de la historia (viaje en América) si le he visto más brío al personaje.

En resumen, una historia entretenida pero que personalmente no he disfrutado por la forma en la que se cuenta.

Nota final: la historia la conocía ya, al haber visto la serie animada de los 80. Bastante similar al libro aunque más personajes. Quizás también ha influido en mi lectura el conocer su final.

La vuelta al mundo en 80 días fue publicada en 1873 y aunque no hayas leído esta novela, estoy segurísima de que sabes perfectamente de qué va la historia.
Julio Verne nos cuenta cómo un auténtico gentleman de los pies a la cabeza, se encuentra, de repente, dando la vuelta al mundo, y por si fuera poco le añade cierta dificultad al asunto, dar la vuelta al mundo en tan solo 80 días. Ni un día más ni un día menos. Nuestro famoso protagonista, Phileas Fogg, con quien descubrimos de pequeños, a través de una fantástica serie ochentera, lo maravilloso que es viajar y conocer cada rincón de la Tierra, se presenta en esta obra como un hombre frío y calculador; al contrario a lo que estamos acostumbrados en la serie de dibujos. Esto demuestra la necesidad de adaptación al público infantil, que por cierto, nuestro querido personaje Tico es original de la serie; no lo verás aparecer en este libro, al igual que algún que otro personaje. del mismo modo, se adaptó los nombres de la princesa Romy y el mayordomo Rigodón, cuyos nombres originales son Aouda y Passepartout (Picaporte) respectivamente.

Llama la atención la frialdad de Mister Fogg a lo largo de todo el viaje, caracterizándose de ser meticuloso, querer tenerlo todo bajo control y organizado a la perfección según el horario indicado. No sorprende encontrarlo siempre a la misma hora en el Reform Club jugando al whist con otros miembros del club, que no amigos pero siempre con los mismos. Si, el británico Fogg es un hombre solitario que no necesita la compañía de nadie para disfrutar de la vida; tan solo a su mayordomo y que sus rutinas no se vean afectadas por los imprevistos. Pero gracias a la apuesta que surgió durante su último encuentro en la partida de whist, Mister Fogg va a iniciar una aventura alrededor del mundo donde mostrará algún que otro sentimiento pero siempre bajo la frialdad que le representa.

Tras arriesgar todos sus ahorros, 20.000 libras, se sumerge en un viaje acompañado de su nuevo mayordomo, Picaporte. Éste, sorprendido de tal aventura que en un principio duda de su veracidad, sigue a su amo allá a dónde vaya, cumpliendo a rajatabla cada rutina descrita por Mister Fogg. Tanto uno como otro, se verán envueltos en un delito que descolocará sus planes de horarios, siendo perseguidos por el inspector de policía, Fix. Poco se sabe de este personaje, al igual que de la princesa Aouda, que se mantiene bastante callada en todo el viaje; sin embargo, tendrá un papel importante en la vida de Phileas Fogg.

Aunque el personaje principal es Mister Fogg, en el que se destaca la facilidad de conseguir lo que quiere a costa de dinero, puesto que no tiene problemas económicos, por el momento; como lectora de esta historia de aventuras, el personaje secundario, Picaporte, es, para mi, el protagonista de todo el viaje. Él, y solo él, a pesar de cumplir las órdenes comandadas por Phileas Fogg, es al final quien se encarga de todos los trapos sucios, por decirlo de alguna manera, que surgen en cada uno de los viajes.
La vuelta al mundo en 80 días, no es solo una muestra de los avances tecnológicos que ha alcanzado el hombre y que, en este caso, se traducen en la capacidad de dominar el tiempo; aspecto claro que su autor ha querido reflejar en esta colección de 'Viajes extraordinarios'. También, si somos observadores, nos damos cuenta de lo que el poder puede hacer con un chasquido de dedos. Mister Fogg, al igual que hoy en día, se permite disfrutar de todo lo que se le antoje cueste lo que cueste; eso sí, solo si su itinerario no se ve afectado. Sin embargo, como os he ido avanzando, poco a poco, pero no por completo, esta actitud va a ir cambiando a medida que avanzan los hechos.

La lectura de este clásico, es muy ágil; en contra, echo de menos más diálogos, puesto que se centra mucho en la descripción geográfica -que no eliminaría, ya que te ayuda a situarte en la escena-, pero los pocos diálogos que aparecen, se aprecian y se disfrutan como un niño pequeño. Por eso, un poquito más de conversaciones no le habrían venido nada mal a esta historia.

Otra curiosidad a destacar. No he podido evitar ver la película de la vuelta al mundo en 80 días, pero la de 1956, tras leer la novela. Si estás dispuesto o dispuesta a verla, te recomiendo que le dediques un buen tiempo a verla de principio a fin y de una sola tacada, ya que tiene una duración de 178 minutos. Creo que merece la pena ver esta producción que, al menos a mi, me sacó unas cuantas risas gracias al 'francés' Picaporte. Si aun no estás convencido o convencida, te adelanto que ganó 5 Oscars, incluido el Oscar a mejor película, y en el que hay varios cameos que no pasarán desapercibidos. Cierto es, aun siguiendo la misma línea de la novela, hay varias escenas y detalles que no aparecen en la novela o bien han sufrido una pequeña modificación, pero el resutlado en general es excelente.

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