En este libro coinciden dos hechos: es mi primer libro de Julio Verne y, además, ha sido mi primera lectura conjunta. Ambas experiencias han sido gratas. No puedo decir que me haya parecido una genialidad, pero tampoco un desastre. Una de las cosas que más me ha gustado ha sido la pluma del autor, refinada sin llegar a ser pretenciosa o inentendible. La historia es entretenida, cuenta aventuras divertidas y en ningún momento se me hizo pesada. En la primera parte hay capítulos puramente técnicos, si bien son cortos, en cambio, el resto no son tan técnicos. A lo largo de la novela conocemos a tres personajes de lo más pintorescos, muy bien definidos y cada uno aporta un valor diferente; Joe aporta diversión, Samuel conocimiento y Dick fascinación. Y esto me ha gustado porque me ha servido para conectar con cada uno de ellos, aunque resaltaría a Joe antes que al resto. No me han gustado los inicios de capítulo o los títulos de éstos, pues son una especie de idea resumida de lo que va a acontecer, por lo que te quita la emoción o la sorpresa. Hubiera sido mejor añadirlos al final a modo de resumen. La ambientación está bastante bien conseguida, pues en todo momento nombra y describe ciudades, ríos, montañas, pueblos indígenas o países de África, lo que hace que te meta más de lleno en la novela. Dicho esto, me hizo falta acompañar la lectura de un mapa político donde localizar rápidamente todos esos lugares. Otra de las cosas que peor he llevado y me ha sacado totalmente de la historia es que los personajes son británicos, así que las unidades de medida son millas o pies y no metros, libras en vez de gramos, pintas en lugar de litros y grados Fahrenheit y no Celsius. En mi caso, me cuesta pasar de una unidad de medida a otra, por lo tanto, que te narren que están a 1000 pies de altura o a 180ºF no te hace imaginar la altura o la temperatura real y qué sensaciones produce. Deberían haber puesto entre paréntesis o en una nota a pie de página el cambio. Resumiendo, no esperaba que me gustara y aunque los capítulos puramente técnicos me han aburrido, en general, la novela está bastante bien narrada, ambientada y en algunos momentos resulta cómica y entretenida. Leeré algo más de Julio Verne sin duda.
+ Leer más |
El escritor, periodista y cineasta, Diego Osorno, conversa con Harold Torres acerca del gran interés que ha tenido por la lectura desde niño (cuando leía periódicos y cualquier texto que llegara a sus manos) cultivando esta pasión hasta formar una impresionante biblioteca que actualmente consta de más de cinco mil ejemplares.
De su voz escuchamos el poema “Nocturno de la calzada Madero”, cuyo autor inspiró la creación del documental “Vaquero de medio día” dirigido por nuestro invitado.
Libros leídos:
Los periodistas de Vicente Leñero
Un manifiesto del periodismo infrarrealista de Diego Osorno (texto escrito para el primer confeccionario del ‘Encuentro Nuevos Cronistas de Indias'
Al pie de un volcán te escribo de Alma Guillermoprieto
Nadar sabe mi llama de Samuel Loyola
Los detectives salvajes de Roberto Bolaño
Libros mencionados:
Los albañiles de Vicente Leñero
Asesinato de Vicente Leñero
Los presidentes de Julio Scherer
Autores mencionados:
Arthur Conan Doyle
Julio Verne
Julio Scherer
John Lee Anderson
Alma Guillermoprieto
Rafael Rodríguez Castañeda
Juan Villoro
Guillermo Prieto
Nicanor Parra
Mario Santiago Papasquiaro
Gonzalo Rojas
Pablo Neruda
Vicente Huidobro
Francisco de Quevedo
Octavio Paz