La abadía de los herejes

Este libro es una mezcla de novela histórica y thriller muy al estilo de "El nombre de la rosa" de Umberto Eco.

Tras un prólogo en el que el autor nos detalla cómo llegó a sus manos esta historia, nos situamos en Occitania, año 1379, una época oscura repleta de guerras, peste y hambruna. En esos tiempos, la Iglesia y sobre todo la Inquisición Pontificia tenían el máximo poder, tanto sobre el pueblo como sobre los Reyes. Estamos en un momento histórico donde la Iglesia está dividida en dos papados: el de Aviñón con Clemente VII y el de Roma con Urbano VI. Ante esta situación las luchas de poder, la corrupción y las conspiraciones son lo más cotidiano y la Inquisición solía ser el instrumento utilizado para sembrar el miedo,

En este marco histórico, nos situamos en Limoux, una pequeña localidad del sur de Francia, donde vive Jean Duver, carpintero, junto a su segunda mujer Anne , sus dos hijos medianos y un bebé de meses. Sin motivo aparente, una noche son detenidos por orden del Santo Oficio. Son torturados para lograr una confesión y tras ser juzgados el desenlace resulta fatal para la familia.

Tras esta parte que se podría decir funciona a modo de introducción, nos trasladamos al momento en el que Ejean, el hijo que Jean tuvo con su primera mujer regresa al pueblo tras tres años fuera, y descubre que su padre ha muerto y sus hermanos han sido entregados a la Iglesia sin que se sepa cuál es su destino.
Sintiéndose culpable e intuyendo que detrás hay alguna oscura intención, decide descubrir el motivo de la condena, saber dónde están sus hermanos y limpiar el nombre de su familia.

Acaba en la abadía benedictina de Sant Miquel de Cuixà donde logra infiltrarse como monje y nos empieza a relatar todo lo que allí sucede.
En su compañía nos introduciremos en la vida diaria de una de las pocas abadías dúplices que existían, donde, aunque separadas, coexistían congregaciones de hombres y mujeres.

Ejean, gracias al monje que le ayuda a entrar y a otros hermanos con los que entablará conversaciones,  irá descubriendo que dicha abadía esconde más de un secreto, y nada ni nadie es lo que parece. A esto se une que al poco de llegar comenzarán a producirse una serie de extrañas muertes.

En mi opinión el autor ha logrado una trama muy bien creada donde todas las piezas van encajando como un puzle hasta que logramos descubrir todos los secretos que la abadía esconde en su interior.
Las descripciones son muy buenas, logrando que el lector sienta e imagine lo que sucede en cada momento, explicadas de una manera clara pero sin llegar a ser excesivas en cuanto a detalles escabrosos.

Los personajes están muy bien creados, con personalidades bien caracterizadas y esa parte humana que hace que el lector empatice con ellos y sienta como suyos sus estados de ánimo ya sea impotencia,  temor, incertidumbre ,alegría o tristeza...

En cuanto a la labor de documentación y ambientación creo que son perfectas. Ha logrado contextualizar el momento histórico tan convulso en el que transcurre toda la acción. Con un detalle muy preciso de los hechos históricos que ocurren en cuanto a la Inquisición, la situación política o el funcionamiento de la orden benedictina pero sin excederse, lo que evita que se pueda ralentizar el ritmo de la novela para evitar así que resulte pesada.

Una novela que mantiene al lector ansioso, deseado avanzar para poder entender que sucede y porqué. El autor logra mantener la intriga jugando con el ritmo, rápido cuando sucede algún hecho oscuro y más pausado cuando sucede algo bueno, sin desvelar nada antes de tiempo hasta llegar a un final donde todo queda explicado encaja a la perfección.

"El siglo XIV fue muy difícil por las guerras, la peste, las hambrunas o las sequías, pero también fue la antesala del Renacimiento, porque todo ese sufrimiento posibilitó el paso del teocentrismo al antropocentrismo."

Un thriller en la línea de El nombre de la rosa de Umberto Eco, lejos de la maestría de este, pero sí bebe de él para trazar una intriga que engancha y que transcurre en Occitania a finales del siglo XIV con la Inquisición pontificia como antagonista. Eugeni Verdú 'humaniza' la tortura en sus primeros actos, con descripciones detallistas y desgarradoras, una parte bien documentada, y una segunda orientada al más puro thriller que gana en ritmo y nos ofrece una macedonia de géneros, sostenida por el suspense, que vence y convence.

La abadía de los herejes es una grata sorpresa, una de esas novelas que llegan sin hacer ruido y cuando se apuesta por ella deja un gusto dulce y satisfactorio. Aunque comienza con un estilo cervantino, tiene también algo de la tradicional novela de formación, vemos como el personaje madura a lo largo de su aventura, constando que el arma más potente es el conocimiento y no las espadas que había aprendido a forjar.

Este mes de marzo llegaba a las librerías «La abadía de los herejes» de Eugeni Verdú de la mano de la editorial Roca, una novela que regresa a los misterios de El nombre de la rosa. Está claro que para los que nos gusta la novela histórica y el thriller no podíamos dejar pasar esta historia.

Nos encontramos a finales del sigo XIV en el momento de máximo apogeo de la Inquisición, una época tenebrosa donde los papas mandaban por encima de los reyes y los reyes por encima de sus súbditos y las fronteras de los países no las establecían los gobiernos sino el bien y el mal. En este escenario conoceremos a Jean Duver, carpintero de profesión que vive en Limoux junto a su segunda mujer y sus dos hijos medianos y un bebé de meses. La familia se gana la vida honradamente hasta que un buen día son detenidos por orden del Santo Oficio, sin motivos conocidos son detenidos el joven matrimonio y sus dos hijos, al bebé consiguen dejarlo oculto en la casa. Los días pasan y nada saben del motivo por el que les han arrestado y las torturas comienzan con el fin de conseguir que confiesen algo que no han hecho.

La novela se inicia con un prólogo del propio autor que nos detalla cómo esta historia llegó a sus manos, algo interesante que os invito a conocer. Este es el comienzo de esta apasionante historia que me ha mantenido pegada a sus páginas y con la que no solo me he entretenido, sino que también he aprendido. El sigo XIV fue muy difícil tanto por las guerras como por la peste que no distinguía entre jóvenes y mayores, la hambruna se apoderó de la población y la vida se volvió muy dura.

Gran parte de la novela tiene lugar en el momento en que Ejean, el hijo que Jean tuvo con su primera mujer regresa a Limoux tras tres años y se encuentra con la terrible realidad de que su padre ha muerto y sus hermanos están desaparecidos. Pasado un tiempo, y, tras asimilar lo ocurrido decide descubrir las causas que llevaron a la muerte injusta de su familia. Aquí es donde empieza la verdadera y apasionante historia de «La abadía de los herejes». Ejean se traslada a la abadía de Sant Miquel de Cuixà y tras conseguir infiltrarse como monje empieza a relatarnos todo lo que acontece intra muros. Unos pasajes muy duros que te mantendrán con el corazón encogido y con sobresaltos en todo momento.

En el interior de la abadía descubrimos una serie de muertes que tienen un origen extraño, una serie de enigmas que tendrá que resolver Ejean y que le servirán para hallar la verdad. Un lugar donde nada es lo que parece y todos parecen ocultar mucho más.

Eugeni Verdú ha creado una novela con una gran trama, muy bien urdida donde todas las piezas van ensamblando hasta llegar a descubrir todos los secretos que alberga el interior de la abadía. Los personajes están muy bien cincelados, ha sabido dotarles de características adecuadas y perfectas para que el lector consiga entenderlos. No puedo dejar pasar el ingente trabajo de documentación que se vislumbra tras la novela en cuanto a la Inquisición, la situación política de nuestro país o la orden benedictina, con una contextualización precisa de los hechos históricos que ocurren en la época, pero sin excederse de forma que ralentice el ritmo de la lectura.

En definitiva, «La abadía de los herejes» es una gran novela con un guiño a la gran historia que contiene El nombre de la rosa, que me ha entretenido y en la que he disfrutado de la gran prosa de Eugeni Verdú con unas magnificas descripciones que me han trasladado en todo momento a estos momentos tan convulsos y peculiares de nuestra historia sin moverme del sofá así que te invito a adentrarte en el interior de Sant Miquel de Cuixá ¿te atreves?

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