Dos se gestaban en mí, el niño y la desconocida en que me convertía.
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Dos se gestaban en mí, el niño y la desconocida en que me convertía.
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¿Estaremos hechos más de lo que olvidamos que de aquello que recordamos?
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así es como regresan los recuerdos, para decirnos quiénes somos.
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Hay un tiempo en el que se elige cómo mirar atrás. Qué cara ponerle a nuestros muertos.
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Yo no quería parirlo. Me gustaba sentirlo moviéndose, un contorsionista infinito. Soñaba que en mí se gestaba un navegante, un vadeador de abismos. Solía sentarme a contemplar el jardín y él comprendía ese momento de paz, se quedaba quieto para convertirse apenas en una vibración, en un presentimiento. Llegué a creer que sería así siempre
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No hay mar entre nosotros. Solo nubes.
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La dicha, esa cosa extraña y ajena
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Uno puede morir de desesperación si piensa en cómo un sillón sobrevive a un ser amado. Y ni hablar de cuchillos, cucharas y tenedores, no tienen límite.
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A veces el nadador en mis entrañas hacía un movimiento que podía ser un delicado ondulamiento o un preciso empellón. Entonces volvía a recordar que juntos éramos una larva, a la espera del momento en que mi habitante me rompería el cuerpo
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¿Estaremos hechos más de lo que olvidamos que de aquello que recordamos?
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?