Daojima: Una novela de Los Clarividentes de Lorian

Los misterios de Daojima

Así, la historia comienza cuando Odriel, una médico y alquimista semielfa, muy positiva y alocada, se embarca junto a su padre para ir a la isla de Daojima. En ella quiere aprender de los monjes la técnica de los siete sellos para aplicarla a la medicina. En el trascurso de su viaje, a parte de causar estupor por su doble naturaleza, tiene un altercado que hará que arribe en Daojima sola, con una serpiente gigante intentando comérsela y sin su padre. La historia comienza cuando está a punto de morir.

Con este planteamiento la historia tenía pinta de ser intensa y así lo fue. Una de las cosas que me ha gustado del libro ha sido la tensión en la calma que ha sabido plasmar el autor. Odriel será capturada y su vida correrá peligro más de una vez. En ese periplo, encerrada y sin hacer nada, se planteará qué será de su existencia, qué es la naturaleza y el ciclo vital y qué es lo que hay que estar dispuesto a hacer por sobrevivir. En este sentido personajes como Taro y Omi serán esenciales para la configuración del personaje de Odriel.

Odriel es la representación perfecta del lo que entendemos como un espíritu libre, bajo mi punto de vista. Su doble naturaleza será una complicación, la mayoría de veces, en su relación con el mundo, sin embargo esa libertad que le ofrece ser dos cosas a la vez le permitirá entender el mundo en su totalidad. Por un lado, algunos la rechazarán por no poder etiquetarla y, por otro lado, ella misma entenderá y asumirá los defectos de cada una de las especies que componen su naturaleza. Así, el entender las cosas con etiquetas será algo contra lo que luche, el entender que cada cosa tiene importancia por muy ínfima que sea su existencia comparada con la tuya también. Ambas cosas la hace un personaje capaz de comprender el mundo y de perdonarlo en su inmensidad.

Sin embargo, no estará sola durante todo su viaje hasta la ciudad, pronto le acompañará en su búsqueda Kiyoshi un chamán semielfo autóctono de la isla, un poco circunspecto y que evita el trato con los humanos. Con él Odriel se iniciará en los misterios de las técnicas que se aprenden en Daojima, como la acupuntura Od, y sus consecuencias nefastas; aprenderá lo que es mirar a otro ser a los ojos y entender lo que es el mundo y aprenderá también que los espíritus que habitan en la isla no son tan crueles como los habitantes de la isla quieren mostrar. Para ello le contará la Leyenda de los espíritus inmortales, a través de la cual Noa Velasco ha estructurado la novela.

La leyenda de los espíritus inmortales

De este modo, Kiyoshi acude cada noche junto a Odriel para, a la luz del fuego y antes de que ella se duerma, contarle la historia de los espíritus que habitan en la isla. En ella el rey Izanobu prometió el melocotón dorado, un fruto que otorgaba poderes, a aquel que salvara a su hijo, el príncipe Tsukiro de las garras de un monstruo Ori que lo había raptado. Así, los diferentes espíritus inmortales se ofrecerán para obtener dicha recompensa.

A través de las palabras de Kiyoshi, Odriel y el lector podrán conocer por qué la isla de Daojima es tan especial, que es lo que se liberó con esta gran búsqueda y qué les sucedió a los diferentes espíritus inmortales. En ella se plantea también, cuál es el concepto de justicia, cómo tiene que terminar una historia para que guste o quién es peor, el sabio que sabe hablar o el sabio que sabe engañar.
La historia de los inmortales es otro de los puntos perfectos que, bajo mi consideración, tiene la novela. Creo que en ella el autor ha conseguido sintetizar muchos elementos orientales, como el kitsune, zorro blanco, o el rey mono chino, consiguiendo conformar una historia completa y sin fisuras. La historia sigue el patrón de las leyendas perfectamente y caracteriza a cada inmortal con una precisión estupenda, creando de hecho una propia mitología que te atrapa y de la que quieres saber más. Además, como hemos dicho más arriba, el lector se planteará junto con Odriel qué hubiera hecho de estar en el lugar de los personajes de las leyendas. Todo ello lleva a Odriel a dormir y empezar un nuevo día con energías para llegar a la siguiente narración de la leyenda.


La flauta de Noa

Como veis es una historia que tiene sus momentos malos, la desaparición del padre de Odriel, los momentos en los que la semielfa está a punto de morir... pero también tiene momentos mágicos por especiales. La relación de Odriel con los seres de Daojima y con Kiyoshi es muy especial. Gracias a la caracterización de nuestra protagonista podemos contemplar con una mirada distinta, unos ojos diferentes a aquellas cosas que nos pueden aterrorizar o incomodar. La relación, en concreto, entre Kiyoshi y Odriel es preciosa, ya que la complicidad y la cercanía entre ambos personajes va a aumentando página a página.

Del final, lógicamente, nada puedo decir, pero me encantó, fue el timbre perfecto a la canción que es Daojima. Es una historia, divertida, tensa y mágica que os trasportará durante un ratito muy lejos para que contempléis las maravillas del mundo.
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