La última secuencia

La última secuencia llegó a mis manos gracias al autor. Espero que a esta novela que es la primera que escribe le sigan muchas más. Ha sido una novela muy interesante, he disfrutado mucho con su lectura, desde el primer momento te atrapa el enigma que presenta. Se nota que el autor sabe mucho de cine y nos transmite esa pasión en su novela en la que nos trasladará a los años de la dictadura y a esos cines de barrio, en un auténtico homenaje al CINE, con mayúsculas. No me extraña que el guion ganara el premio de la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana. Es una novela muy cinematográfica. A la vez que habla de cine también lo hace de literatura y sus adaptaciones a la pantalla.

Nos encontramos nada más empezar la novela con Alberto, el protagonista, en busca y captura como si se tratara de un peligroso asesino que va armado. Enseguida nos metemos en la trama para saber como ha podido llegar a esa situación, ya que el pobre no ha matado a nadie.

Alberto es un escritor que no ha tenido mucho éxito, vendió un primer guion a una productora cinematográfica hace dos años, dejó su puesto de profesor para dedicarse a escribir y no ha conseguido que le interese a nadie lo que ha escrito después. Y por si fuera poco, ahora se encuentra en una crisis de inspiración.


De profesor de literatura y escritor frustrado a "falso culpable": uno de los temas favoritos de Hitchcock.

Todo empieza el día que recibe la llamada de un amigo de su juventud, Javier, que está restaurando un viejo caserón en el campo y en el sótano han encontrado material cinematográfico antiguo y ha pensado que podía interesarle. El propietario es francés, hijo de un médico español exiliado en Francia durante la guerra civil y la casa ha permanecido todos esos años abandonada, ya que él no había venido a España hasta ahora. Se suponía que había estado todo este tiempo deshabitada. Y ahora con la restauración encuentran que hay un sótano excavado a mano con una serie de materiales fotográficos, películas, un proyector antiguo y una pequeña pantalla entre otras cosas. Alguien había utilizado hace muchos años la casona, el entorno y ese sótano como escondite para la grabación y montaje de una película sobre la guerra civil, Frente a frente en el frente, en la que dos hermanos sin querer participar en el conflicto, se encontraran luchando cada uno en un bando.

Comienza así una investigación para encontrar respuestas a tantas preguntas como se plantean. ¿Quién o quienes fueron las personas que realizaron la película? ¿Por qué no se sabe nada de los actores? ¿Por qué se ocultaban? Parece que falta el final de lo que para los entendidos es una auténtica obra maestra. Con todas estas incógnitas Alberto vuelve a sentir la necesidad de escribir, de saber, de averiguar la verdad de lo ocurrido hace años, parece que la película se rodó a finales de la década de los sesenta, durante la dictadura de Franco.

En su búsqueda no estará solo, contará con la ayuda y colaboración de Laura, la hija de uno de los actores de la película y que desapareció al igual que las demás personas que participaron en la grabación, y juntos se enfrentarán al misterio que envuelve todo lo referente a la película y lo ocurrido allí. Pero pronto se darán cuenta de que alguien no quiere que hagan preguntas, ni que indaguen en el pasado.

La historia es muy interesante, con un ritmo continuo que no da tregua, engancha desde el principio. Tiene giros que no esperas hasta el final. Se nota lo mucho que el autor sabe de cine y hace muchas menciones de obras, actores y directores.

La última secuencia es una estupenda novela llena de suspense que te atrapa desde el principio hasta el final.


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Hoy os traigo esta novela que conocí de forma casual a través de su autor, y que me ha sorprendido gratamente. La última secuencia es un thriller trepidante. Una novela ambientada en dos tiempos, en los años oscuros de la postguerra española, con la historia de la grabación de una película clandestina y la desaparición de sus protagonistas; y en nuestros días, en donde Alberto, escritor de guiones un poco venido a menos y atípico investigador casual, se encuentra con parte de las cintas que componen la película y quiere desentrañar el misterio en torno a ellas.

Un libro donde no decae la trama ni la intriga en ningún momento, y con un montón de referencias cinematográficas que encantarán a todo el que disfrute con el séptimo arte. Además nos cuenta datos técnicos y curiosidades acerca de la industria del cine y de la técnica e instrumental que rodea todo el proceso de producción de una película insertadas de forma amena en la novela, se nota que el autor conoce el mundillo y está metido de lleno en él. He aprendido un montón.

Como todo buen thriller los últimos capítulos son vertiginosos, con vueltas de argumento, tensión y una escena final (la última secuencia) que me sorprendió por su originalidad. Además, el libro pasa de refilón por mi ciudad natal, #SantiagodeCompostela, así que ya me ha robado el corazoncito de todo ❤️

Como bien sabéis, de vez en cuando me encanta dar una oportunidad a los autopublicados, porque a veces aparecen buenas novelas como esta. Más que recomendada su lectura.

Alberto se encuentra atascado en su profesión como escritor de guiones. Sin una idea que realmente le convenza y con la presión de llevar demasiado tiempo así, recibe la llamada de Javier, un amigo que parece haber encontrado algo interesante en el sótano de una casa en obras que llevaba abandonada mucho tiempo.

Así es como Alberto descubre una película filmada en 35mm en lo que parece una sala de montaje clandestina. Si bien gran parte de la película está montada, falta una de las cintas de lo que a todas luces será una historia ambientada en la Guerra Civil española.

"Todo esto es muy raro y misterioso. No sé qué contendrá la película, pero para llegar a excavar este sótano alguien tenía que tener mucho miedo a que fuera descubierta."
Enrique Vasalo, La última secuencia

El misterio saltará a escena cuando, tras el visionado de la película, Alberto se pregunte el por qué de ocultar aquella creación de una calidad notable, qué ocurrió para que nunca llegara a terminar de montarse y el motivo por el que el nombre de los actores y demás participantes es una incógnita.

La verdadera acción dará comienzo con el avance de las pesquisas de Alberto, que va tras la pista de aquellos a los que ha logrado identificar o de quienes tiene datos parciales para dar respuesta a todas las preguntas que le asedian. Si bien este peculiar hallazgo ha despertado su vertiente más creativa y por fin tiene algo sobre lo que escribir, el desarrollo de los acontecimientos colocan al protagonista en el centro de una trama de desapariciones, sospechosas muertes y un secreto por el que alguien está dispuesto a todo con tal de que no vea la luz.
Que Alberto hurgue en el pasado conllevará poner en riesgo su propia vida y, a consecuencia de su investigación, terminará siendo protagonista de una caza que le pone en el punto de mira de las autoridades como sospechoso de crímenes recientes muy relacionados con ese pasado, pero de los que solo él conoce la conexión. Encontrará aliados en su empresa, cuya identidad no revelaré para no estropear las sorpresas, y el autor dará respuesta a todas las preguntas al final, sin dejar cabos sueltos.

"Aún no me daba cuenta, pero me estaba implicando más de lo que era consciente."
Enrique Vasalo, La última secuencia

La historia desprende un profundo conocimiento de la trastienda del cine. Asistimos a clases magistrales de montaje y nos sumergimos en una narración apasionante sobre un misterio que se hace mayor a medida que avanza la novela, pero que es sobre todo una oda a los creadores de historias y su arrojo a la hora de pretender que vean la luz, sean cuales sean las consecuencias.

En La última secuencia, Enrique Vasalo nos presenta un thriller con tintes de novela negra y un suspense bien mantenido que aumenta progresivamente su ritmo hasta alcanzar el punto álgido con la resolución del enigma y nos mantiene atentos de principio a fin, preocupados por el devenir del personaje principal.

Enrique Vasalo es profesor de Literatura. Antes de eso, trabajó como guionista, director de fotografía y realizador. La última secuencia cuenta la historia que inspiró al autor para la creación del guión homónimo premiado en 2006 por la Generalitat Valenciana. No olvides pasarte por el perfil de Instagram del autor.

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La última secuencia empieza fuerte: Alberto, un hombre hasta hace poco de lo más normal, se convierte en el enemigo público número 1, el más buscado por las fuerzas del orden.
Pero dejamos enseguida esta escena y vamos al inicio de todo. El mismo Alberto nos cuenta su vida como escritor y los problemas con los que se encuentra y asistimos al momento en el que todo cambia, cuando su amigo Javier le llama para hablarle de una película encontrada en el sótano de un caserón abandonado.
Como buen cinéfilo, Alberto quiere conocer todo sobre la película, el director y los actores, pero poco a poco se va metiendo en un embrollo que quizá le queda grande, lo positivo es que gracias a lo que está sucediendo, tiene una buena historia para contar.

Esta novela podríamos incluirla dentro del género policíaco, pero con una trama muy centrada en la temática cinematográfica.

Los personajes están muy bien caracterizados, vemos su evolución página tras página. Alberto es el que lleva el peso de la narración, nos movemos con él de un lugar a otro y vamos tirando del hilo de la película, sobre sus actores y como terminó escondida tantos años. Eso sí, conoceremos algunos detalles pero son muchas las preguntas que nos hacemos y que el autor responderá antes de acabar. Así que no os extrañe manejar un montón de hipótesis con cada personaje que aparezca.

Es una novela llena de giros, donde nada es lo que parece y, quizá los personajes tampoco son quién dicen ser, pero tendréis que averiguarlo leyendo La última secuencia. Yo solo añadiré que me ha pillado en más de una ocasión.

Libro bien escrito, de desarrollo rápido, con mucho movimiento, quizá no siempre con acción pero sí que vamos deprisa de un descubrimiento a otro, no hay páginas de relleno.

Lectura fluida, donde se da más relevancia a los diálogos que a las descripciones, cosa que favorece la rapidez a la hora de seguir capítulo tras capítulo. 

En definitiva, La última secuencia es un thriller que nos mantendrá enganchados a la trama, ideal para cinéfilos pues bebe muchísimo del mundo del cine, pero también para los lectores que busquen pasar un buen rato intentando desenmascarar el misterio que rodea la película.
 


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Con el mundo del cine como fondo en el que se mueven unos personajes envueltos en mucho misterio, intriga y mucha acción, así se despliega en las páginas de la última secuencia una historia de represión en los años de la posguerra y también de cambio, de lucha y de esperanza.

Con el descubrimiento de una película rodada en la clandestinidad, Alberto también descubrirá, tras unas primeras indagaciones, que todos los actores fueron dados por desaparecidos individualmente, pero la existencia de la película corrobora que se conocían. Alberto en su empeño por descubrir quienes eran esos actores y por qué la cinta estaba oculta en un sótano, se verá convertido de la noche a la mañana en detective, movido aparte de por su afición al cine, a la falta de ideas para seguir escribiendo. Esta parece una buena oportunidad para escribir el libro de su vida.

Comienza así un periplo viajero en busca de familiares de los desaparecidos que puedan aportar datos hasta ahora desconocidos y en esta búsqueda pronto estará acompañado por la hija de uno de ellos. No faltarán en esta carrera mucha intriga y mucho misterio que irá desvelando, a la vez que conocemos como fue la difícil grabación de aquella película que situaba la acción en la aún reciente guerra civil española.

Una trama interesante y llena de giros, en la que irán descubriéndose muchos secretos y mentiras ocultas durante años, y que alguien se ha empeñado en que no pueden salir a la luz, poniendo a Alberto en el punto de mira y convirtiéndolo en el principal sospechoso de un asesinato.

28 capítulos cortos en los que la acción va ganando intensidad conforme se acerca el final, dejando también un homenaje al cine ochentero, al VHS y a la profesión de los proyeccionistas de cine en una historia que se lee con facilidad y que mantiene el interés con una trama bien planteada y llevada a buen término con unos capítulos finales en los que todo encaja, dejando un buen rato de lectura.
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