La ciudad y los perros

La ciudad y los perros, publicada en 1963 después de varios intentos, se puede considerar sin duda un clásico contemporáneo. En él, Vargas Llosa, valiéndose de una estructura de amplia tradición literaria, la novela de aprendizaje, narra la realidad social de Perú en la época del autor.

A mediados del siglo pasado las ciudades hispanoamericanas empiezan a sufrir trasformaciones radicales que desembocaron en lo que Enrique Adoum llamó en el plano literario —en contraposición a lo real maravilloso— “lo real espantoso”: la miseria, lo tétrico, lo sórdido… Lima es un caso paradigmático, es diferente del resto de ciudades hispanoamericanas, ya que desde la conquista se pueden establecer dos modelos: las fundadas sobre ciudades prehispanas y las que no. Lima es una ciudad de corte español, una ciudad elitista para españoles y criollos, los únicos indígenas y negros que viven en Lima vivían en “el cercado” y estaban al servicio de los españoles. Las migraciones de los andinos y de las provincias a Lima y el amurallamiento frente a la realidad indígena dan pie a una transformación brusca que provoca un cambio en la literatura a partir de los 50 que protagonizan los autores del conocido Boom, entre ellos Mario Vargas Llosa.

La acción de la ciudad y los perros se desarrolla en buena parte en el Colegio Militar Leoncio Prado (que se basa en las experiencias reales del autor) donde varios jóvenes son educados y se desarrollan bajo un opresivo ambiente militar caracterizado por la violencia que, al mismo tiempo, marcará el resto de su vida y su personalidad.

La narrativa de Vargas Llosa en esta novela es novedosa, sin llegar al experimentalismo de otras de sus obras como Conversaciones en la catedral, y conjuga distintas técnicas narrativas, su inicio in media res, sus distintas voces y narradores, la ausencia de puntuación cuando las normas lo indican… todo esto nos conduce a través de la novela como un mecanismo bien engrasado. al mismo tiempo expone una fuerte crítica social sobre la sociedad peruana, basándose el modo educativo del colegio militar: así como educan a los niños en el miedo y la brutalidad, se crean ciudadanos que dan a luz una sociedad marchita, llena de machismo, clasismo y racismo.

El lenguaje acompaña acertadamente al tema, es agresivo, violento, cargado de violencia y “virilidad” al modo en que se describe en la obra. Algunas escenas son duras otras provocan una mezcla de empatía y pena cuando, como se dice en la novela, "o comes o te comen, no hay más remedio".