La Fiesta del Chivo

La forma en la que se expresan las ideas, en las que se arman las narraciones, resultó un factor preponderante en la cercanía que puede poseer un texto con sus lectores; en la forma en la que el escritor puede resultar apacible para el público.

Este libro -ciertamente- tuvo ese doble efecto. Primero, por la forma tan increíble en que se narra la historia, resultó totalmente cercana para el suscrito. Segundo, porque, gracias a él, el autor ganó el corazón de este lector. Quiero seguir leyéndolo por siempre.

La historia acaece en República Dominicana, en la época de la dictadura militar del General Trujillo. El libro narra, desde tres perspectivas distintas, la forma en la que aconteció el asesinato del mentado militar.

Lo que más me agradó tiene que ver con los sentimientos que suscitan los personajes, como si los conocieras y quisieras protegerlos. No son tan buenos pero tampoco tan malos. Poseen dicotomías, como cualquier ser humano.

Hubo dos aspectos del libro en los que no pude dejar de leer, en los que los tiempos, las acciones, los espacios son emocionantes. La narración me trasladó a los lugares y los momentos en que acontecen.

El primero, tuvo que ver con la narración del asesinato del General Trujillo. Las distintas perspectivas que narran lo que aconteció se complementan de una forma tal que no queda para el autor margen alguno de nubosidad. Estás allí. Viéndolo todo. Sintiéndolo todo. Te pones en los pies de las personas encargadas de llevar a cabo la misión. Es necesario mencionar que la historia previa sobre dichos “héroes” permite saber sobre las razones de animadversión hacia el militar, y, en tal sentido, sobre los motivos por los cuales estaban dispuestos a cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo.

El segundo, el cual se presenta en el capítulo final, tuvo que ver con la terrible misión que el padre de Urania, el senador Cabral, le encomendó a su hija cuando tenía catorce años. A pesar de que no le señaló expresamente cuál era su labor, el silencio otorgó datos exactos sobre lo que pretendía de ella. Fue un momento duro en la lectura, porque me hizo recordar aquello que pienso sobre la naturaleza individual del ser.

Ahora bien, la empatía o antipatía por el personaje dependerá de las convicciones de cada uno. Hasta eso te permite Vargas Llosa con este libro. Lleva a que te preguntes por qué lo hizo: Por su bienestar?; Para beneficiar a todos?; Por un fin más grande?

He disfrutado cada página. Con unos momentos particularmente inmejorables. Seguiré con Vargas Llosa.