Cuando sale la reclusa

Fred Vargas es el seudónimo de la historiadora, arqueóloga y escritora Frédérique Audoin-Rouzeau con el que firma su obra dedicada a la novela de intriga, como la que nos ocupa. Una autora muy interesante en el género policíaco.

La escritora francesa, nos presenta en esta novela negra, protagonizada por su intuitivo, original y gran comisario, Jean Baptiste Adamsberg, al que nos encontramos pasando unas vacaciones en Islandia, una trama extraordinaria y muy peculiar y también original.

Si empezamos con el título, ya nos encontramos con un doble sentido, una referencia a la historia, las reclusas, mujeres encerradas para siempre, fuera de la ciudad durante la Edad Media a las que se les arrojaba los alimentos por una claraboya.
Y, por otro lado, la araña denominada la reclusa, y su picadura, que será la que desencadenará toda la investigación.

Veamos, el comisario tiene que regresar a París, al ser llamado por la Brigada Criminal que él dirige, su gran equipo, para la resolución de un caso que acaba resolviéndose rápidamente, pero esto será el inicio de un nuevo caso, que será mucho más complicado y donde nada es lo que parece y deberá desentrañar toda una serie de misterios y secretos cuyos protagonistas serán complejos y muy inteligentes.

Se trata de un tema que nadie ha denunciado, pero en el que nuestro protagonista se implicará absolutamente y de manera extraoficial. Una investigación que incluso dividirá a su brigada.

Es la muerte de tres ancianos por la picadura de una araña, de ahí su título, es la araña reclusa, de la que iremos conociendo muchas de sus características. (Aunque, cuando lo leí, busqué información sobre esta araña y así poder entender mejor su nombre y los efectos de su picadura).

Un caso muy complejo, también con contradicciones, grandes divagaciones y una trama poco corriente en la que también encontramos a grandes personajes secundarios y diálogos brillantes.

Personajes complicados, también muy inteligentes e inmersos en misterios y secretos profundos e intrigantes que arrastran al comisario a una red peligrosa y laberíntica de la que es difícil escapar.

Sin embargo, el comisario Adamsberg, nunca deja de sorprendernos, por su gran intuición, sus divagaciones y razonamientos y un estilo muy característico, así como las historias paralelas que se entrecruzan, ya que no faltan muchos de los temas recurrentes en varias de las novelas de la autora, como tratar cuestiones sobre la Edad Media, la zoología, asomarnos a la arqueología, la lingüística y la psicología, el medio ambiente, los mitos, la comida francesa…y la gran baza excepcional, la descripción y el recorrido por los laberintos del espíritu humano.

Una gran novela que es mucho más que un relato policíaco, ya que nos presenta informaciones excepcionales y muy interesantes, y en todo momento te mantiene expectante y no deja de asombrarnos.

Una obra llena de intriga, perfectamente cohesionada, muy bien escrita y donde también encontramos ternura, amor, humor… todo un acontecimiento literario. Me gustó mucho.

En mi particular opinión es totalmente recomendable.