El arcano y el jilguero

Narrada en primera persona, el arcano del tormento hace sucumbir ciudades para ser conquistadas por el Imperio, utilizando el dolor y el sufrimiento de un individuo para socavar psicológicamente la voluntad de las ciudades, haciendo creer que es una criatura sobrenatural utilizando el poder de la mente y los miedos más atávicos. Y todo bajo su repetido “soy un monstruo” acompañado por la excusa de que hace el bien mayor, con la muerte de una persona, salvando a miles.

Y es durante uno de sus viajes por Hann, las tierras que conforman esta historia épica, conocerá el jilguero, que le hará reflexionar, preguntarse si debe continuar y si se tendría que replantear sus motivaciones. Y será durante sus viajes acompañado por el jilguero que cualquier momento será bueno para una explicación, unas historias alrededor del fuego parar ir desgranando de forma magistral todo el mundo de Hann, su historia reciente y pasada, su forma de gobierno, su basta mitología y las leyendas que se van perdiendo en el tiempo de los publos sometidos por el imperio.
Y entre los viajes, lo que les va sucediendo a los personajes y todas las historias contadas, hay tiempo para ir construyendo la vida de Mezen con pequeños retales de su vida.


Junto a los dos personajes principales, una mención muy especial para el tercer protagonista del libro, Susurro, el caballo de Mezen, con el que le une una relación tan especial que algunas de las mejores líneas de la historia es entre ellos dos, con los diálogos de Mezen y las miradas de Susurro.

Un libro quienes les guste las novelas con sangre, violencia, y quiera hacer un viaje a las profundidades de las más bajas pasiones de la humanidad. No es una historia que te deje indiferente, que combina el grimdark más oscuro y salvaje, los momentos más plácidos y relajados, y otros duros y emotivos que te llegan al corazón.

De las mejores lecturas de los últimos años, una de esas historias que es mejor leerla, que explicarla, enseguida podrías estar desvelando todos los secretos que tiene escondida. Lectura de las que no se olvida.
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Ferran Valera crea Hann, donde nos contará una parte de la historia del Imperio Leenero que, posiblemente, no aparecerá en las crónicas. Esto es la traición de uno de los pilares del Imperio y el que será nuestro protagonista. Mezen el Ariete, el Arcano del Tormento. Mezen es uno de los cinco Arcanos que sujetan y llevan a cabo la conquista de Hann para el emperador. Su trabajo es el de torturador, un trabajo que hace con el único propósito de evitar el derramamiento de sangre innecesario, con la filosofía de que más vale sacrificar una vida que miles. El objetivo de Mezen es el de la venganza hacia el emperador que sirve y que el siguiente reinado sea uno gobernado por la paz. Durante su viaje conocerá a Nara, una huérfana de guerra, que hará que a Mezen le sea mucho más difícil realizar su trabajo.
Esta novela es un fiel representante del Grimdark más auténtico, la crudeza que nos encontramos a lo largo de toda la novela nos hará darnos cuenta de que Fantasía de la más oscura. Pero esto se ve acompañado de momentos de lo más poéticos. El estilo de Valera así lo permite y realmente, hace que El arcano y el jilguero sea uno de los libros más bellos que he leído en mucho tiempo.

La historia que crea Valera es simplemente maravillosa. No hay viaje del héroe ya que el protagonista es un antihéroe total, pero si un viaje por el mundo que crea, un mundo como pocos me he encontrado. El worldbuilding que crea Valera es de diez realmente, y nos lo va mostrando a lo largo de la novela de forma fluida a través de los personajes sin necesidad de explicarlo a base de pura descripción. Cada pedazo de Hann que conocemos es una pequeña joya dentro de la novela, particularmente original me ha parecido cuándo nos expone uno de los mitos de la creación de las tantas versiones que hay en este mundo. No hay razas mágicas en el libro, pero sí hay muchos pueblos diferentes, con costumbres, mitologías y supersticiones propias. Además, el mundo dispone de sistema jurídico, monetario, económico y tiene organización política. Particularmente destacable me resultó el sistema usado por el Imperio para aplacar los nacionalismos de las ciudades conquistadas. Es un mundo fascinante que lamentó no poder explorar más, aunque quedó a la espera del posible spin-off.
El mundo es fascinante, pero también lo son los personajes que nos guían por él. Mezen es un antihéroe con muchas capas. Su situación tiene mucho de trágico, carga con una gran cantidad de culpa. No es el héroe que intenta salvarlos a todos, sino el mal menor, la opción menos mala, pero un mal al fin y al cabo. Este personaje tiene dos caras muy diferenciadas que lo hacen realmente carismático, lo vemos dividirse en una dualidad moral muy lograda por el autor. Un personaje atormentado por todas las facetas de su vida y con el que el autor nos habla del debate de si el fin justifica los medios y lo hace con gran maestría. Nara en cambio es el contrapunto de Mezen. Pese a que ha sufrido en sus carnes la crueldad del mundo conserva una inocencia desconocida para nuestro protagonista. Es capaz de ver al humano detrás del demonio y eso hace que, para Mezen, se vuelva muy importante protegerla. Por último, comentar que el resto de personajes están bien construidos también y que es curioso que el gran enemigo final, el emperador está siempre presente, pero nunca llegamos a verlo haciendo que parezca inalcanzable.

Aunque el tema central es ese debate de si el fin justifica los medios, también es importante en mensaje antibelicista que impregna toda la novela. El tono cruel usado en el libro le sirve muy bien al autor para mostrar lo negativo del conflicto bélico, igualmente terrible es ver como las identidades de las ciudades conquistadas son aniquiladas de forma tajante para dejar paso a la uniformidad y centralización total del Imperio Leenero. Todo esto lo hace Valera con una calidad literaria impresionante que no se ve a menudo en el Fantástico español. La narración está llena de realismo y el vocabulario culto usado por el autor le permite crear imágenes muy potentes.

Por último comentar el sistema de magia. Realmente, en el mundo de Valera no hay magia como tal. Hay un uso de hierbas que siempre ha sido asociado con la brujería, también hay supersticiones y una mitología muy elaborada. Eso sí, hay criaturas fantásticas como lamias o hipocampos, pero no hay magia propiamente dicha, algo que vemos con frecuencia en el Grimdark.

El arcano y el jilguero es una de esas joyitas ocultas. Sin duda se ha convertido en una de mis novelas de Fantasía de autor español favoritas. He gozado descubriendo Hann de mano del Arcano del Tormento y de la brillante prosa de Valera. Todo el libro es pura belleza, desde el exterior hasta el interior. Una novela de Fantasía Grimdark nada típica que ha hecho que no pierda de vista al autor a partir de ahora.

Hoy les traigo mi tercera y última reseña como jurado invitado a los Premios Guillermo de Baskerville que concede Libros Prohibidos. Después de disfrutar de un libro de ciencia ficción y otro de terror, toca el turno a una obra de fantasía. Una novela que nos llevará a descubrir la historia de un hombre que se escuda tras la máscara de un monstruo para hacer lo que considera correcto.

¿Qué diferencia al monstruo y el héroe? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer para evitar una masacre? ¿Se puede justificar la pérdida de una vida para salvar la de miles? ¿Hay posibilidad de salvación cuando tus actos son atroces? ¿Podemos cambiar? Estas y muchas preguntas más serán las que se nos planteen cuando visitemos Hann y descubramos El arcano y el jilguero, de Ferran Varela, una fascinante y oscura novela de fantasía que, más que darnos respuestas, nos hará cuestionarnos todo lo que creemos sobre sobre la redención.

“«No soy un monstruo», me digo, aunque ya no sé si me creo”.

Esta es la historia de Mezen el Ariete, un Alto Oficial del Sacro Imperio Leenero cuyo nombre genera terror cuando es pronunciado en voz alta. Para el pueblo llano él es un Arcano del Tormento, un demonio inmortal que disfruta desollando a sus víctimas. Solo su aparición es capaz de hacer rendir una ciudad asediada, porque los métodos que usa son brutales. No hay atrocidad que no sea capaz de perpetrar con tal de infundir pavor y lograr así que los pueblos que el emperador tanto ansía conquistar sean anexionados al Imperio sin masacres. de ese modo, la vida de uno se convierte en la salvación de pueblos y ciudades enteras que de otro modo el ejército hubiese destruido sin piedad.

Pero cometer actos atroces y crueles, aunque sean por una buena causa, deja una huella difícil de borrar. Cada nuevo rostro que Mezen suma a su capa de torturador del inframundo, aunque le acerque a su verdadero cometido, establecer la paz y salvar el mayor número de vidas inocentes posibles de las crueles manos de un emperador del que ha jurado vengarse, también lo alejan de cualquier tipo de redención. Porque, aunque nuestro protagonista se repita de manera constante que no es un monstruo, cada día es más difícil para él creerlo.

“No saben que los trovadores mienten, que su bandera no es más que un trapo. Los soldados no ganan las guerras, sólo las luchan. Matan y mueren a hierro, en una orgía de huesos quebrados”.

Sin embargo, la vida de nuestro Arcano dará un vuelco cuando se tope con Nara: una joven huérfana a la que logra salvar de un grupo de despiadados soldados y que se convertirá en el tipo de compañía que no sabía que necesitaba o ansiaba. Una persona que no solo ve al monstruo en el que se ha convertido, sino también su bondad. Dividido en veintitrés capítulos más un epílogo, iremos descubriendo no solo el presente de Mezen y su búsqueda de justicia mientras planea derrocar al tiránico emperador, sino también su oscuro pasado lleno de arrepentimiento y pesar.

Aunque quizás lo más interesante además de conocer a Mezen, sea ir descubriendo Hann el y funcionamiento del ambicioso Imperio Leenero. Porque algo que ha hecho a la perfección Varela es enseñarnos como si de pequeños cuentos se tratasen el rico folclore que puebla todo el continente que ha creado. Uno repleto de mitos paganos en cada región y también de leyendas sobre el panteón de dioses que se van imponiendo a todos los territorios conquistados por el Imperio. Encontraremos de igual manera seres fabulosos que creemos conocer como las hadas, las lamias o hipocampos, pero que se presentan aquí de una manera muy original.

“Esperaré a que toda Hann sea conquistada. Esperaré a que no sea necesario un ejército, a que no haya adversario contra el que el Imperio pueda luchar. Esperaré a que el hijo del Emperador tenga edad para gobernar, con tal de evitar una guerra civil en pos del Trono de Mesetatrigo. Y entonces os mataré. A ti y al Emperador”.

Si bien es cierto que el personaje que más veremos crecer y evolucionar será a Mezen, la novela tiene un buen elenco de personajes secundarios que también son fascinantes. Nara es una joven valiente y leal a la que agarramos cariño con mucha facilidad. Aunque en teoría es un libro independiente, ojalá tengamos pronto una segunda parte y la veamos adquirir aún más protagonismo. Otra de mis favoritas es Loria, una jinete de hipocampo de armas tomar que busca cumplir su propia venganza. Por último, encontramos a Zein la Cadena, otro de los altos oficiales del Imperio que es un misterioso antagonista sobre el que tengo un montón de teorías relacionadas con su verdadera identidad. ¿He dicho ya lo mucho que espero que la historia tenga segunda parte? ¡Necesito más!

La novela está acompañada por un prólogo de Antonio Torrubia y un postfacio de Daniel Garrido (al que conoceréis por tu blog El caballero del árbol sonriente) y tanto la espectacular ilustración de cubierta como el mapa interior son obra de Manuel Gutiérrez.

“Llegaré hasta el final. Aunque sea huyendo hacia adelante, aunque nazcan nuevas pesadillas de cada paso dado. Tengo que lograrlo, no importa a qué precio”.

Los horrores de la guerra, crueldad, redención y un protagonista que actúa más como un monstruo que como un héroe, aunque por una buena razón… El arcano y el jilguero, de Ferran Varela, es una novela de fantasía oscura que impacta desde el primer capítulo. Y que no solo nos presenta un mundo complejo e interesante y adictivo, sino a un protagonista que rompe con muchos esquemas. Escrita con un lenguaje rico y cuidado que demuestra que Varela es un artista de las palabras y sabe encontrar la adecuada para cada ocasión, es un libro que si les gusta la fantasía tienen que leer sin dudar. Creo que al igual que yo se quedarán con ganas de regresar a Hann, sin importar lo despiadado que ese mundo pueda ser.
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“ᴛᴏᴅᴏs sᴇ ᴇᴍᴘᴇñᴀɴ ᴇɴ ʜᴀʙʟᴀʀ ᴅᴇ ʙʟᴀɴᴄᴏ ᴏ ᴅᴇ ɴᴇɢʀᴏ sɪɴ ᴘᴇʀᴄᴀᴛᴀʀsᴇ ᴅᴇ ǫᴜᴇ, ᴘᴏʀ ʟᴏ ɢᴇɴᴇʀᴀʟ, ɴᴏ ᴇxɪsᴛᴇɴ ᴍás ǫᴜᴇ ᴅɪsᴛɪɴᴛᴏs ᴛᴏɴᴏs ᴅᴇ ɢʀɪs. ᴇʟ ʙʟᴀɴᴄᴏ ʏ ᴇʟ ɴᴇɢʀᴏ sᴏɴ ᴄᴀsᴏs ᴇxᴄᴇᴘᴄɪᴏɴᴀʟᴇs. (…) ᴛᴏᴅᴏ ᴇʟ ᴍᴜɴᴅᴏ ᴘᴇᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏʟᴏ ʟᴏs ʜᴏᴍʙʀᴇs ʙᴜᴇɴᴏs sɪᴇɴᴛᴇɴ ᴇʟ ᴘᴇsᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴄᴜʟᴘᴀ. ᴇʟ úɴɪᴄᴏ ǫᴜᴇ ɴᴏ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴀ ʟɪᴍᴘɪᴀʀ sᴜ ᴄᴏɴᴄɪᴇɴᴄɪᴀ ᴇs ǫᴜɪᴇɴ ᴄᴀʀᴇᴄᴇ ᴅᴇ ᴇʟʟᴀ. ᴇsᴇ ʏ sᴏʟᴏ ᴇsᴇ ᴇs ᴇʟ ᴀᴜᴛéɴᴛɪᴄᴏ ᴍᴀʟᴠᴀᴅᴏ”.

Mezen, el Ariete es un personaje de diez. Lo amas, a pesar de su oscuridad, de sus grises. Y “el jilguero” es su perfecto contrapunto. Ferrán Varela nos sorprende con una novela diferente, en la que el fin justifica los medios, en la que somos espectadores de cómo la imagen malévola del personaje principal que nos presenta en las primeras páginas se desdibuja a lo largo de la historia, en busca de un objetivo más elevado que él mismo, o que su propia humanidad. Mezen no nos oculta su debilidad, ni sus miedos. Y no cree en la suerte.

“ʟᴀ sᴜᴇʀᴛᴇ ᴇs ᴜɴᴀ ᴍᴏɴᴇᴅᴀ ɢɪʀᴀɴᴅᴏ ᴇɴ ᴇʟ ᴀɪʀᴇ, ᴇs ᴄᴀᴍʙɪᴀɴᴛᴇ ʏ ᴛʀᴀɪᴄɪᴏɴᴇʀᴀ, ᴇs ᴇʟ ʀᴇᴄᴜʀsᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴅéʙɪʟᴇs, ᴇʟ ᴄᴏɴsᴜᴇʟᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ǫᴜᴇ ɴᴏ ᴄʀᴇᴇɴ ᴇɴ sᴜs ᴘʀᴏᴘɪᴏs ᴍᴇᴅɪᴏs”.

El worldbuilding está también muy bien integrado en la novela, a través de cuentos o relatos. Resulta sencillo sumergirse en un mundo nuevo e ir descubriéndolo poco a poco. Sus dioses, su cosmología, sus costumbres, las intrigas políticas y los sistemas de control de la población.

Quizás lo que menos me ha convencido es la forma que tiene de resolver situaciones complejas para los personajes, dejándolas en el aire y pasando a resumir luego lo que ha pasado con menor detalle. Ocurre en varias situaciones en las que habría agradecido saber exactamente como salían del lío, aunque reconozco que era complicado.

La narración por parte de Germán Gijón para Audible es estupenda. Imagino así la voz del propio Mezen, no puede ser más acertada.

Aviso: Tiene un final abierto, así que aquí me quedo, esperando la segunda parte, que espero que llegue pronto.

Empezamos la semana con la reseña de El Arcano y el Jilguero, un libro de fantasía escrito por Ferrán Valera y publicado por Ediciones El Transbordador. Leer libros de esta editorial siempre es un acierto, es una de mis editoriales favoritas, sin duda alguna, y sigue sin defraudarme. Tenía muchas ganas de leer a este autor y esta obra en concreto ya que no paraba de leer críticas muy positivas. Además que la novela tuviera un prólogo escrito por Antonio Torrubia y un postfacio por Daniel Garrido... tenía que leerlo si o sí. ¿Habrá estado a la altura de las expectativas? Sigue leyendo.

El protagonista de esta historia se llama Mezen el Ariete. Se dice que es un Arcano del Tormento, una especie de demonio muy poderoso , cruel e inmortal. Mata desollando a sus víctimas y cose las caras de cada una de ellas en su capa. Sirve al Emperador del reino, Thien Seedveen, junto a otros cuatro altos oficiales y ahora está a punto de partir hacia una nueva misión: investigar una enfermedad que está asolando la ciudad de Usko.

Lo primero que quiero comentar es que la pluma del autor, Ferrán Valera, me ha gustado muchísimo. Es mi primer libro de este escritor y la verdad es que me ha convencido y me ha encantado su forma de narrar. Esto ha hecho que quisiera leer más y más, capítulo tras capítulo, sin poder soltar el libro. Adoro la fantasía oscura y sé que me tengo que animar a leer algo más del sector nacional, por ello estoy muy contenta de haber encontrado un nuevo autor. En este libro contamos con numerosas descripciones y pensamientos del protagonista. Creía que se me iba a hacer pesado, pero no ha sido así.

La creación del mundo es correcta y la trama es interesante, pero el gran punto fuerte de la novela es el protagonista: Mezen. Es un hombre que no va a dejar indiferente a nadie. Es cruel, sangriento y frío. Hará lo que sea necesario para cumplir sus objetivos, incluso si eso implica desollar a una niña pequeña. Pero no es solo eso. También es un hombre lleno de culpa. Veremos su lado humano. Por ello, estamos ante un ejemplo claro de Antihéroe. Es imposible que empatices con lo que hace porque es brutal en la ejecución y no duda en quitar vidas, pero tambien entendemos su situación y por qué lo hace. Te genera sentimientos contradictorios durante toda la novela, te gusta y no te gusta. El personaje de Nara también me ha gustado pero se queda muy a la sombra de Mezen.

El final queda demasiado abierto para mi gusto pero me ha gustado y estoy deseando saber si habrá una segunda parte o no, ¡porque la cosa no puede quedarse así! Sin duda, este autor nada tiene que envidar a otros maestros del género como Joe Abercrombie, por poner un ejemplo. Hay fantasía oscura, escenas brutales y sangrientas , dilemas morales, politiqueo y acción. ¿Qué más se puede pedir? No le voy a poner la máxima nota porque en ciertos puntos de la novela el ritmo baja y he terminado desconectado un poco. Este es uno de los pocos fallos que le veo.

No puedo acabar esta reseña sin comentar también la fantástica edición. Está muy cuidada, y tiene un mapa precioso nada mas abrir las páginas, al igual que ilustraciones en cada capítulo. Toda una joya.

En definitiva, El Arcano y el Jilguero me ha parecido un estupendo libro de fantasía. Bien escrito, con una historia que engancha y con unos personajes que atrapan, he quedado muy satisfecha con la historia. Sin duda, seguiré leyendo a este autor.

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