Mujeres que compran flores

Este libro llegó a mí sin aviso, sin reparo y me derribó como una ola rabiosa al llegar a la orilla.

Hacía tiempo que había visto este libro y nunca había pensado en leerlo. de hecho me daba rabia, ¿por qué mujeres que compran flores? ¿por qué esa manía de ver a las mujeres como algo delicado que se compran flores antes que un libro? En definitiva, prejuzgaba de nuevo un libro, tomándolo por uno romántico sin mucha importancia. Me odio por hacer esto. Sin duda ha acabado siendo uno de mis libros favoritos.

Me lo encontré en un puesto en la calle y de la rabia que me dio me lo llevé para comprobar por fin que había entre sus hojas y reafirmarme o no en mis pensamientos.

Me encontré con un libro de duelo, del terror a la soledad, del terror a ser independientes, del miedo de lanzarnos al vacío de algo que no conocemos. Me encontré un libro de amor, que más que amor al prójimo proclama a los siete mares el amor a uno mismo.

Nos encontramos con un conjunto de mujeres que tienen en común que compran flores en una floristería de barrio. Todas ellas tienen su propia historia, sus secretos, sus anhelos y compran flores por una razón en concreta que nos van descubriendo poco a poco.

Entre ellas tenemos como protagonista a Marina, una mujer insegura y apagada, que ha perdido el camino y no sabe cómo continuar. En el transcurso de la historia va descubriendo nuevas cosas, entre ellas el amor propio, de lo cuál muchas carecemos. Y con ella vamos creciendo y cambiando también un poco los que la leemos y acompañamos en esta historia de amor, sí, y de sororidad, que es uno de los amores más bonitos con los que te encuentras con el paso de los años.