El regalo de la modista

Harriet es una joven inglesa que se encuentra totalmente desubicada. Perdió a su madre en circunstancias terribles y nunca ha encontrado su sitio en la nueva familia que formó su padre. Un día encuentra una fotografía antigua en la que aparece su abuela Clarie junto a otras dos chicas en París. Su abuela nunca les habló de su pasado y Harriet decide intentar averiguar qué hizo en su juventud y por qué se encontraba en París. Así que busca trabajo en la capital francesa en algo relacionado con la moda, su pasión. En París se alojará en un coqueto apartamento junto a Simone, con la que entabla una amistad y con la que descubrirá que tiene puntos en común.

Por otro lado, en la trama del pasado tenemos a tres modistas Claire, Mireille y Vivienne que trabajan en un taller de alta costura. París está ocupado por los nazis pero en el taller de costura no para de trabajar: mientras la gente pasa miserias, los nazis cubren de lujo a sus mujeres y amantes. Pero hay franceses que no se resignan a la situación y actúan desde la sombra para intentar echar a los alemanes: forman la Resistencia y las tres chicas, de una forma u otra, van a verse involucradas en el asunto.

La novela se estructura en dos tramas que se van alternando aunque la más interesante y a la que más tiempo se le dedica es, obviamente, la del pasado. La del presente está a su servicio mostrándonos los descubrimientos que va haciendo Harriet sobre quién fue su abuela Claire. Pero también será importante la propia historia de Harriet pues es una mujer insegura y desubicada a la que, quizás, el pasado de su abuela pueda servirle de ancla y de explicación a ciertas actuaciones de su propia madre.

La ambientación en París es magnífica, tanto en la trama del pasado como en la actual. Me ha gustado cómo relaciona lo que pasó mientras la ciudad estuvo ocupada por los nazis y lo que pasó en Francia en 2017 con los atentados islamistas. Salvando las distancias y las diferencias, pone en relación ambos acontecimientos y nos habla de cómo se sintió la población francesa en uno y en otro caso. Nos habla de la ocupación de la ciudad, del vergonzoso episodio del velódromo de invierno, de la resistencia, de los franceses envíados a campos de concentración, etc...

La parte del pasado está narrada en tercera persona mientras que la del presente está narrada en primera persona por la propia Harriet. Con ello se consigue que en el presente Harriet sea la absoluta protagonista mientras que en el pasado las tres chicas compartan protagonismo. Quizás con un papel un poco más preeminente de Claire, seguida por Mireille. Vivienne queda en un claroscuro durante buena parte de la novela pero eso se debe a que la autora guarda un cierto misterio respecto a ella. Me han gustado mucho las mujeres protagonistas, especialmente las del pasado. Con Harriet he tenido mis más y mis menos porque ha habido algún aspecto suyo que no he comprendido del todo pero Claire, Mireille y Vivienne son tres personajes muy interesantes y bien definidos. Y entre ellas se entabla una preciosa amistad que va a verse sometida a las condiciones más extremas. Vemos evolucionar a los personajes, sobre todo a Claire en quien nadie puede vislumbrar al principio en lo que se acaba convirtiendo. Pero es que las circunstancias extremas sacan lo mejor y lo peor de cada uno y en época de guerra hay gente capaz de las mayores atrocidades pero también de los sacrificios y las heroicidades más increíbles.

Cada vez que reseño una novela de este tipo alguien me deja algún comentario rechazando la lectura por ser demasiado dura. Obviamente, cualquier novela de este tipo lo es, eso es inevitable. Pero esta no es de las más duras y por ello puede ser una buena opción para quienes estén empezando con el género o a quienes les den miedo las historias más cruentas. Sobre todo porque al principio la historia es relativamente suave. Es verdad que luego se complica y que incluso vamos a trasladarnos a un campo de concentración pero bueno, siendo el tipo de novela que es, la veo en general asequible para todos los públicos.

El libro se estructura en capítulos cortos en los que abunda el diálogo. Ambas tramas, presente y pasado, se van alternando. Los capítulos del presente se inician con el nombre de Harriet en el título mientras que los del pasado lo hacen con una fecha. La lectura es ágil y sencilla y la trama resulta muy entretenida, especialmente a medida que se va acercando el final. Un final bonito que deja muy buen sabor de boca.

Conclusión final

Si os gustan las novelas sobre la Segunda Guerra Mundial, tened en cuenta ésta. Una historia bonita con unos personajes entrañables. Y, por cierto, una bonita edición por parte de Libros de Seda en la que se incluye un alfiler marcando el número de cada página.
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