Se trata de un texto que destila verdadero amor por la lectura y que hace las delicias de cualquier amante de los libros. La autora, mediante multitud de citas y curiosidades, reflexiona sobre la tradición de la lectura y sus beneficios; y sobre la importancia de preservar esta costumbre, apelando a la responsabilidad colectiva de lectores y profesionales. Empecé a subrayar fragmentos y cuando me di cuenta de que subrayaba casi todo el texto, simplemente me dejé llevar por la pasión y el entusiasmo de Vallejo, quien me hizo sentir de nuevo en la universidad escuchando a mi profesora de literatura favorita. Si tenéis oportunidad, leed este manifiesto y, si pasáis por una mala racha lectora, os recomiendo que acudáis a él. Por mi parte, en cuanto pueda leeré «El infinito en un junco», que presiento que será un hermoso viaje. |