Se ha metido de lleno entre una de mis mejores lecturas del año. El primero ya me gustó, pero este ha sido muchísimo mejor. El final de El Principe Cruel sin duda te dejaba con la miel en los labios, y aquí hemos descubierto todas las consecuencias que trajo la estrategia de Jude. Conocemos mucho más como es la protagonista junto a Cardan y aprendemos que ni de los protagonistas nos podemos fiar. Me ha encantado la evolución de ambos personajes y lo cruda que sigue siendo la historia. La autora no se anda con medias tintas y nos hace ver lo más oscuro de la maldad. Lo que más me gusta es que todos los personajes tienen luces y sombras, no hay ninguno que sea bueno, y eso a mi, como amante de los malvados, me maravilla. ¡Si no los habéis leído ya no se a que estáis esperando! |