Perdido entre Tenientes Coroneles de opereta y Príncipes de la Iglesia de temperamento esquinado y palatino, desconocedor de la alta política como de la baja y con pocas mañas diplomáticas, fiándolo todo a un dudoso carisma guerrero y en resumidas cuentas a la pura potra, a la chiripa y el acaso, a un alcohólico albur, a un achispado simbiotizarse o idiotizarse con las circunstancias, la buena estrella del Capitán Torrezno corre el riesgo de eclipsarse y convertirse... >Voir plus