Cuando pensamos en testimonios de judíos muertos a manos de los nazis, la mente siempre viaja hasta Anna Frank. Pero esta joven no fue la única, y el diario de Eva deja testimonio de su vida y pensamientos íntimos hacia su familia y el entorno en el que vive hasta el momento de su deportación: la Hungría de 1944, con sus relaciones políticas con Alemania y con las restricciones y leyes antisemitas. Todo ello visto desde la perspectiva de una niña de 13 años, con problemas y sentimientos de adolescente pero con un firme, serio y maduro conocimiento de la realidad que la rodea. Es una lectura enriquecedora, que añade más puntos de vista a los que ya tenemos por las múltiples lecturas y testimonios que conocemos sobre los campos de concentración. Un libro que se lee rápido, pues no es muy extenso. |