A partir de un conocido episodio de "La Divina Comedia" de Dante Alighieri, Alberto Ávila Salazar construye una novela alucinatoria y polucionada. Un viaje por territorios quiméricos junto a dos amantes que no son capaces de escapar de sí mismos.
Paisajes imposibles y persecuciones paranoicas constituyen la médula espinal de una novela habitada por monstruos, androides y fantasmas.