Tercer libro de la fantástica saga “Cuentos de Terramar” de la grandísima Úrsula K. le Guin, que sigo disfrutando gracias al compendio editado por Minotauro de toda la serie. En este volumen volvemos a encontrarnos con Ged el Archimago, aunque el narrador de la historia es Arren, el joven príncipe de Enland que acude a la isla de Roke en busca del auxilio del famoso mago porque algo extraño está sucediendo al sur del mundo: los magos están olvidando el verdadero nombre de las cosas y también han perdido sus poderes. Ged expone la cuestión frente al concilio de magos y ninguno parece querer dar importancia al asunto, pero Ged sabe que algo no va bien y decide partir junto a Arren en busca del problema para tratar de solucionarlo. Su viaje les llevará primero hasta una ciudad cuyos habitantes actúan como zombis debido a una droga de la que todos parecen ser consumidores y víctimas. Lo que quedaba de magia allí parece haberse extinguido, y la pista que sigue Ged le lleva a una trampa de la que, por fortuna, consiguen salir airosos. Continuarán su viaje recorriendo varias islas del archipiélago en dirección a la costa más lejana, y en su camino se encontrarán con un lugar donde no pueden desembarcar porque sus habitantes disparan contra cualquiera que trate de poner un pie en su tierra. Allí Ged sufrirá una herida que le llevará al borde de la muerte, pero gracias a que se encuentran con un pueblo sin tierra, que vive siempre en el mar, logrará recuperarse y ambos se reconciliarán un poco con la humanidad. Pero no pueden olvidarse del motivo de su viaje, incluso fuera del suelo conocido sigue extendiéndose el mal que hace olvidarse de los nombres. Sus pasos les llevarán hasta tierra de dragones y, finalmente, a Selidor, el lugar donde todo termina, un desierto donde abundan los espíritus que aún no han muerto, entes sin vida ni esperanza. Su enemigo es Araña, un magro nigromante que creyó descubrir el secreto de la vida eterna y que se considera superior al resto de la humanidad por ello, incluso aunque no pueda escapar de ese no lugar. Aunque he leído en muchas reseñas que se trata de una obra de transición, yo la he disfrutado mucho. Siempre se me olvida la magia que contienen las lecturas fantásticas, que logran trasladarte a otros mundos y sorprenderte y temer lo mismo que sus protagonistas. + Leer más |
Fundada en Argentina en 1955 e incorporada a Grupo Planeta en 2001.
Literatura fantástica y ciencia ficción.
Editor de la obra completa de J. R. R. Tolkien, Minotauro cuenta con autores como Philip K. Dick; Ray Bradbury, artífice de las míticasCrónicas marcianas; Ursula K. le Guin, creadora de Terramar; William Gibson, padre del ciberpunk; John Crowley; Kim Stanley Robinson, autor de la Trilogía de Marte, y el popular Christopher Priest. Cuenta, además, con exitosos autores españoles como Javier Negrete, León Arsenal, Rafael Marín y Juan Miguel Aguilera.
Además de los autores clásicos del género, el catálogo de Minotauro cuenta con colecciones dedicadas a la fantasía –con títulos como El hombre marcado, de Peter V. Bret, o Lamento, de Ken Scholes–, la ciencia ficción –La Vieja Guardia de John Scalzi es un buen ejemplo– y el terror –con obras como la antología Zombies, editada por John Joseph Adams, o la novela 13 balas, de David Wellington.