Asadora! nº 05

El último manga del grandísimo Naoki Urasawa, para mí (y para tantos otros) uno de los mejores de la historia. Entre sus obras se encuentran “Monster”, “20th century boys” o “Billy bat”, caracterizadas todas ellas por unas historias potentes de las que enganchan y un dibujo estupendo, así que, como fan incondicional, no podía hacer otra cosa que adentrarme en esta nueva serie.

Al igual que en otras de sus historias, Asadora empieza con un tomo inicial que te quita el aliento. El primer capítulo nos sitúa en el año 2020, la víspera de los Juegos Olímpicos de Tokio, momento en el que la ciudad sufre un ataque de una criatura gigante, provocando la destrucción de todo lo que encuentra a su paso. Seguidamente la acción nos sitúa en el año 1959 en Nagoya, y seguimos al personaje de Asa Asada en busca de un médico porque su madre se ha puesto de parto. Una vez hecho el recado, Asa es secuestrada por un ladrón de poca monta creyendo que se trata de la hija del médico (cuando en realidad proviene de una familia muy pobre), pero cuando consigue explicarle el equívoco se cierne sobre ellos un tifón que les obliga a refugiarse juntos.

Ese será el momento en que comience la gran amistad entre Haruo Kasuga, el secuestrador que en realidad es expiloto de combate, y la pequeña Asa, puesto que juntos deberán hacer frente a una extraña aparición monstruosa…En los siguientes tomos la acción nos vuelve a situar en el futuro, con una Asa adolescente que sabe pilotar (y además es muy buena) gracias a las enseñanzas de Haruo. Paralelamente se nos irán contando varias historias, la del expiloto, la de los científicos que investigan al monstruo, las amigas de instituto de Asa y su amigo de infancia que quiere participar en las Olimpiadas, etc. Todas las historias se irán entrelazando y servirán para dar consistencia al personaje de Asa, cuyo papel en la lucha contra el monstruo parece que estaba predicho.

Con una casi permanente acción trepidante, Urasawa vuelve a conseguir mantener al lector enganchado a una historia que contiene todos los elementos necesarios para su disfrute, por no hablar del siempre magnífico dibujo. La única pega que puedo sacarle es la espera entre tomo y tomo.