Es un libro extravagante en un estilo lírico, arrebatado, erudito y con un sentido agudo de la metáfora y un humor feroz. Es una digresión sobre la pre senectud. Algunas páginas son "nerudianas" de tan poéticas. Se lee con un inmenso placer y una inflamación de los sentidos. Cómo no hacer un paralelismo con "La casa sosegada" de Gala, aunque éste libro es más elegante, más expansivo, más jet-sético. |