3,25. Una historia que me ha gustado más de lo que esperaba. Muy entretenida, con ciertos mensajes de fondo interesantes y con las aventuras y ensoñaciones de unos niños, especialmente de Tom, que hace que se lea de forma muy amena. Nos acerca a cómo se vivía en la época en zonas a orillas del Missisipi (el lugar es ficticio pero se asemeja a Hannibal donde creció el autor); vislumbramos entre otras cosas la pobreza, la importancia de la religión, el racismo, la inseguridad, etc. Se deja ver la mirada de la infancia, que cuando crecemos pierde su magia... Un libro tanto para niños como para adultos.
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