Me encantó revivir la historia de esta heroina de la mano de Twain y su maravillosa pluma que logró llevarme a esa Francia incendiada, en guerra, tomada por los ingleses. Y de repente me descubre a una niña campesina e ignorante pero con un corazón de oro, un temple envidiable, una ingenuidad y una Valentía inigualable que va guiada por las voces de Dios en las cuales cree y nunca duda de ellas. Una historia hermosa contada desde la voz de su escudero y compañero de guerra y testigo de sus injusticias donde nos narra la vida y obra de Juana pero también las trampas y la corrupción de su condena. Imposible no conmoverse y no rendirle homenaje a Juana y al mismo Mark Twain que dijo: “Estoy ahora plenamente convencido de que Juana de Arco, el último de mis libros, es el que he logrado plenamente”
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