La virgen negra

En este libro se mezcla realidad con ficción, la autora se ha tomado ciertas licencias de coger una historia de una virgen negra en Val Resio una zona pegada a Eslovenia

y a partir de ahí ha creado una trama de ficción partiendo del arte.

No me había dado cuenta que era un segundo caso de la Comisaria Teresa y creo que

me han faltado datos de los protagonistas, porque a veces la autora daba por hecho cosas que desconocía. Lo he podido leer de forma independiente sin problemas, pero sí que echaré mano del primero en cuanto pueda.

Todo parte del hallazgo de un cuadro de un pintor del que poco se sabe pero que es muy conocido y cotizado en el mundo del arte.

Cuando se descubre que el cuadro está realizado con sangre y vísceras de un corazón humano la Comisaria junto a su equipo se desplazarán a los orígenes del pintor donde descubrirán que otro de sus cuadros está ambientado en un hecho que aconteció en 1945 en plena guerra.

Me ha gustado descubrir esta parte de la historia italiana, que, aunque se cuenta poco me ha gustado conocer un poco más sobre los partisanos, si de esos que se habla tan mal, pero bueno según la novela sus motivos tendrían. No he podido evitar recordar la canción de la casa de papel, imaginaos cantando la canción cada vez que nos íbamos a esa parte de la historia.

En cuanto a documentación es que hay un pedazo trabajo tanto a nivel policial como a nivel cultural. Es una de las cosas que más me ha gustado de la novela. Cuando lees una novela policíaca bien documentada es una delicia.

A parte de los protocolos de cuando aparece un cuerpo, porque si, van a aparecer cuerpos, hay sangre, asesinatos, investigación y sobre todo mucho thriller.

A parte de todo lo que la trama conlleva más que una novela policíaca quizás podríamos encasillarla en negra, porque los protagonistas tienen una historia detrás que aparece continuamente durante la novela.

Se ponen de manifiestos miedos del pasado, el miedo a ser un buen padre, la enfermedad del alzhéimer que me ha llegado al corazoncito porque lo he vivido con mis abuelos y sé lo que es ir degenerándose poco a poco y que ellos se dieran cuenta.

Si de la narrativa destacaría algo es la cantidad de capítulos que tiene la novela, son cortitos pero intensos. Bastantes descripciones que haces que te imagines en cada momento dentro de la historia y te haga vivirla de forma más intensa.

Recomendada para todos aquellos que les guste la novela negra o quieran iniciarse en el género, no os defraudará.


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Puedo describir este libro en una sola palabra: maravilloso.
No he leído la primera parte (es más, no sabía siquiera de su existencia) y no ha importado en absoluto. Está siendo una lectura tremendamente enriquecedora por varios motivos; el más importante: la pluma de la autora. Es impresionante la facilidad con la que Ilaria Tuti se desenvuelve dentro del lenguaje literario. Frases como "el bosque lloraba lágrimas heladas" se suceden en diferentes capítulos, te envuelven como si estuvieras en un sueño profundo del que no quieres despertar.
Me ha parecido muy curioso un detalle que apenas he visto en un par de escritores en mis veintitantos años como lectora, y es la capacidad de crear en el lector la sensación de estar leyendo tres libros en uno. Por un lado, tenemos el libro de Teresa, la protagonista; por otro, el de Massimo, su inspector, y, finalmente, el de ese personaje que no se descubre hasta más adelante, pero que te persigue durante todo el libro agazapado en el bosque, esperando impaciente su descubrimiento. ¿Es posible que en un mismo libro una escritora sea capaz de demostrar su destreza con las teclas a tal nivel que parezcan capítulos de libros completamente distintos? La respuesta la tenemos en esta novela.
Sin embargo, el libro no es solo bueno por este dato. Es una maravilla por la historia, la intriga, la manera en la que te engancha y no te suelta hasta el final.
Hablando un poco de la edición, no podía tener una portada más perfecta para el tema que aquí se trata. La trama te sorprende a cada paso y, lo que comienza como un simple caso curioso que comenzó hace setenta años, termina siendo un revoltijo que te estremece hasta las trancas.
No conocía a la autora y ha sido un total acierto y descubrimiento que yo tampoco voy a soltar por el momento. Estoy deseando leer más obras suyas.

Tengo que decir que para leer este libro no es imprescindible, pero sí bastante importante leerse “Flores sobre el infierno” que es el anterior libro de la autora y de nuestra protagonista. Yo no lo sabía y tuve que hacerme con el primero y leerlo antes de retomar este.

En cuanto conocí a la comisaria Teresa Battaglia sentí una conexión especial y unas ganas increíbles de saber cómo iba a resolverlo todo, también me gusto la incorporación de Massimo Marini y el tira y afloja que se traen entre ellos. Los casos que se plantean en ambos libros son poco habituales y muy atrapantes, a cada página que lees te mantiene atrapado y esa mezcla entre los casos y sus vidas personales hace que conozcas a los protagonistas un poco más y vayas entendiendo todo poco a poco.

La trama es muy original y disfrute mucho leyéndola, viendo los entresijos de como las mentes de los antepasados y las culturas puedes cambiarnos tanto la forma de ver las cosas, tanto el primer libro como este te atrapan de principio a fin, te hacen disfrutar y te dejan un buen sabor de boca. La pluma de la autora es clara, concisa y sin mucha floritura.




“Sin duda un libro que merece la pena ser leído por cualquiera que le guste el thriller, atrapante y con finales muy bien hilados. Sin duda si la autora saca mas no dudaré en leerlos.”

Esta novela es la segunda parte de Flores sobre el infierno. Recién terminado este libro, me siento indecisa, y es que la historia en general me ha gustado mucho, pero hay un par de "peros". Para empezar, lo más importante para mí es que no me ha convencido la resolución de los crímenes. Y no me refiero al cómo se ha resuelto, sino al "quién" ha sido. Como me gusta hacer las reseñas sin spoilers, no digo más, solo que no me ha convencido.

Además, como en el primero, la autora se explaya demasiado con las descripciones de lugares, leyendas y otras historias que no vienen al caso, además usando vocabulario demasiado rebuscado que te saca de la lectura. al mismo tiempo, he echado de menos que explicara mejor cosas que sí estaban relacionadas y en las que se ha puesto muy mística, y lo único que consigue con eso es que no entienda nada de lo que está pasando 😅

Pero no todo es malo, oye, que si no tendría un 1 😂 El crimen vuelve a tener lugar entre las montañas italianas, en una localidad que se llama Val Resia, que por lo visto existe y yo no había oído en mi vida 🙈

Aunque me parece que el primer libro está mejor construido, en esta novela se le da una voz a las mujeres que me ha encantado, no voy a entrar mucho en detalle para que lo descubráis vosotros.

Seguimos con la comisaria Battaglia, conocemos más de Marini (lo que yo quería 👏) y entra en juego un personaje nuevo que me ha flipado. Invidente y que usa el perro para rastrear huesos 🤯 Creo que pocas veces se habla del papel de los perros en las búsquedas policiales y en este libro Tuti le da un papel súper importante, explicándolo a fondo. Además, hago hincapié en el hecho de que haya un personaje ciego. Creo que no he leído ningún libro en el que hubiera alguien con esa discapacidad y eso también es inclusividad, así que chapeau. 🎩

La autora deja la puerta abierta respecto al futuro de la comisaria, pero yo creo que habrá una tercera parte 😏 Aunque está la pobre ya cerca de la jubilación, espero que le dé para algún libro más 🙌

La autora debutó con "Flores sobre el infierno", libro en el que nos presentaba a la comisaria Battaglia. No es necesario haberlo leído para lanzarse con "La virgen negra", de hecho yo no lo hice y he disfrutado tanto con éste que lo tengo preparadísimo para ser mi próxima lectura. Dejo a vuestra elección leer ambos o arrancar con éste.

El descubrimiento del cuadro no sería tan importante si no fuera por la composición de su pigmento: Se usó un corazón humano, aún latente, para pintarlo. Parece un caso imposible de resolver: Han pasado demasiados años y el autor del cuadro no ha vuelto a hablar desde entonces, convirtiéndose apenas en un muñeco. ¿Podrán Teresa Battaglia y su equipo desenmascarar éste macabro crimen?

Un arranque vertiginoso que no es más que la punta del iceberg. Una familia marcada por la tragedia, un guardián del bosque presente en clandestinidad, la dura batalla personal de nuestra protagonista, los fantasmas que acechan a su compañero Massimo Marini... es que no hay un cabo suelto, ninguna subtrama que aburra o pierda fuerza. Todas convergen, añaden tensión y un ritmo frenético del que no hay escapatoria.

Escrito en tercera persona, aunque el protagonismo recae en la figura de Teresa nos encontramos un amplísimo elenco de personajes para nada planos. Está su compañero, Marini, también con un lado oscuro de lo más interesante. O Blanca Zago, una joven ciega que ha adiestrado a su perro para la detección de restos humanos. Y cómo olvidarnos de Alessio Andrian, el pintor, o de Francesco y Krisnja, la familia de la llamada "ninfa durmiente" que aparece en el cuadro. Me fascina como todos tienen algo que decir y pese a la diversidad de sus vidas logran converger en el transcurso de la trama central.

Otro punto a favor es que la novela tiene muchísimos diálogos y capítulos muy cortos, es fácil picarse y querer seguir leyendo "solo uno más". Por otra parte, tiene pequeños saltos en el tiempo para situarnos en la fecha del asesinato y a su vez ir dejando caer miguitas de pan que nos aproximan a un misterioso guardian de nombre Tiko Wariö; parece que la cultura y mitología autóctona de Val Resia intenten comunicarse.

¿En contra? Muy poco. Quizá este aluvión de información hace que necesitemos procesar algunos descubrimientos con calma, encajar bien a cada personaje como una parte del puzle antes de resolver el misterio. Y desde luego, es de esperar que ésta no sea la última novela de Battaglia, así que la sombra de que su autora se ha guardado más de un secreto para sí está muy presente.

El título hace referencia a una efigie perdida, una virgen negra que representa una blasfemia: Ella como parte de la trinidad, la mujer y no el hombre. Lleva la túnica roja, un manto azul. Es una deidad femenina y su simbolismo es esencial en la novela.

Sobresaliente. Solo así puedo concluir mi experiencia con "la virgen negra", una lectura a la que no le falta de nada y que me ha recordado a algunos de mis thriller italianos favoritos: La ambientación es esencial y se mezcla con tanta naturalidad en la trama que ni siquiera se te ocurre pensar que tal vez es ella, esa presencia omnipresente, el verdadero peligro tras sus páginas.
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No sé si has leído el libro "La tabla de Flandes" de Arturo Pérez Reverte pero cuando leí la sinopsis de este libro esperaba algo parecido y la verdad que tiene sus puntos pero no es igual. ¿Me ha decepcionado? No. de hecho me ha sorprendido para bien toda la novela llevando unas ideas preconcebidas de cómo iba a ser el libro en cuestión.

La clave de todo es un cuadro, o mejor dicho todo empieza cuando tasan un cuadro y descubren que está hecho de sangre. Yo ya con eso me tienen robado mí tiempo y enganchada para averiguar qué ha pasado, descubriendo todos los rincones secretos que tiene la novela. Con esta frase ya ves que el argumento me ha enganchado y más viendo que todo transcurre en un poblado que se ha mantenido lo más aislado de la población conservando así, toda su personalidad. Vamos, que respira misterio por todos los sitios. Una historia de las que te hacen estar pendientes de cada página para no perderte detalle. ¿Mi fallo? Que no he intentado adivinar quién era el malo, cosa que siempre hago, así me fijo mucho más en los detalles. En esta ocasión me he dejado llegar y la verdad que el final me ha sorprendido.

En cuanto a los personajes me he perdido un poco si soy sincera. Ya que esta novela es la segunda parte de una serie de libros. El problema es que al no tener claros a los personajes, ni descripciones, ni carácter, ni relaciones, ni enfermedades, etc, se me ha hecho un poco cuesta arriba. Entiendo que la autora no pueda estar dando todos los detalles de todos los personajes en todos los libros. Pero casi al final del libro me he enterado que la protagonista tenía 70 años.

En resumen, me ha encantado el libro, sí que es verdad que a veces se sale un poco de la trama pero en general me ha tenido enganchada hasta las últimas páginas que han sido de vértigo, no esperando el desenlace y mucho menos el malo de libro. Seguro que, en algún momento, me leeré la primera novela de esta serie.

Rara vez, leo dos libros seguidos de trilogía o saga, siempre suelo meter uno o varios libros en medio porque me cansa leer sobre los mismo personajes, pero en esta ocasión no me podido resistirme y me he leído los dos primeros libros de la comisaria Teresa Battaglia seguidos ¡Imposible soltarlos!

Por cierto, antes de nada comentaros que personalmente creo que es imprescindible haber leído el primero antes de meterse con La virgen negra.

Al lector no le queda otra, cuando lee tanto esta como la novela anterior, que meterse en la historia y sufrir con los personajes. Es imposible no ser partícipe de los sentimientos de los personajes porque se meten en la piel. Teresa y Massimo son personajes con mayúsculas, fuertes y que arrasan allá donde vayan (sobre todo la comisaria Battaglia). Son personajes con gran profundidad y es imposible no cogerles cariño.

La novela no trata solo de un interesante caso de asesinato que investigar con muchos Plot Twist (vamos, con muchos giros inesperados de la trama), sino que también nos habla de una gran relación de amistad y respeto que se crea entre Teresa y su equipo y, sobre todo, entre Teresa y Massimo; de la importancia de la transmisión de antiguas tradiciones y ritos; de la representación de la mujer como madre y encargada de la continuidad de esas tradiciones.

Sabéis que son una gran amante de las novelas negra y esta novela (y la anterior) ha cubierto totalmente lo que espero de una novela del género: que me atrape, que no me espere los giros y me sorprendan, que me entretengan y, en este caso incluso, que me hagan querer más. Porque si, quiero leer mas cosas con la gran comisaria Teresa Battaglia y u su fiel equipo. Quiero que haya un milagro y se encuentre medicación a la terrible enfermedad de Teresa (que no os voy a decir cuál es), quiero ver cómo los personajes de Teresa y Massimo aún crecen más y evolucionan y su relación (eh, cuidadín, que no hablo de una relación amorosa) aún se hace más fuerte e inquebrantable.

Quiero que la comisaria me agarre de la mano de nuevo y me lleve no solo a través de un caso difícil y lleno de pistas a seguir, sino que me arrastre hasta la profundidad de su mente y de sus sentimientos. Quiero, en fin, disfrutar de otra gran novela tal y como he disfrutado con La virgen negra.






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Es la segunda vez en poco tiempo que me pongo a leer un libro sin saber que forma parte de una serie protagonizada por el mismo personaje. En este caso, La virgen negra, es la segunda aparición de Teresa Battaglia (la primera fue en Flores sobre el infierno) un libro que se puede leer de forma independiente sin ningún problema. Yo, al menos, no lo he tenido. No me ha faltado información y lo he podido disfrutar desde el inicio.

Es mi primera toma de contacto con Ilaria Tuti y puedo decir que la experiencia ha sido de lo más positiva. No tenía expectativas creadas así que iba a ver qué tal se daba. La virgen negra, aunque se trata de una segunda novela, se puede leer de forma autoconclusiva sin problema. Aunque deja algo en el final para una posible tercera obra.

Me he encontrado con una historia que mezcla la novela policiaca con toques de misterio, que crea una sensación de estar tratando con algo místico, en un ambiente único, de las profundidades del bosque o seres mágicos (en este sentido me trae a la mente El guardián invisible, de Dolores Redondo; salvando las distancias). Una atmósfera en la que se mezcla el pasado con la investigación del presente.

La trama
La trama tiene un ritmo continuo, que sin ser excesivamente alto, sí consigue mantener la tensión. Discurre sin prisa pero sin pausa llevándote por unos escenarios espectaculares de Italia, adentrándose en una zona única, en una sociedad peculiar que guarda muchos secretos que tendrán que descubrir.

Un lienzo pintado setenta años atrás oculta un gran misterio, un posible asesinato, que la comisaria Teresa Battaglia y su equipo se ven obligados a investigar. ¿Qué se puede sacar sobre un crimen cometido tanto tiempo atrás? Ilaria Tuti consigue una historia interesante, que no decae, en la que vamos viendo cómo algo de hace tanto tiempo se va relacionando con el presente. de qué forma la comisaria va buscando las pistas y desentrañándolas, haciendo que dudemos de todos y cada uno de los personajes que van apareciendo. «La virgen negra» no está exenta de giros de guion que hacen aumentar el nivel de la trama.

Una trama original, nada sencilla, en la que hay determinados momentos que nos llevarán al pasado para dejarnos con una mayor intriga. Además de lo difícil de la investigación en sí por el tiempo pasado, se le suma la enfermedad que amenaza a la comisaria en cada paso.

Un secreto que lucha por salir, un secreto que quiere mantener escondido, esto da lugar a grandes luchas internas del personaje, haciendo de la virgen negra, una novela más dura aún por lo que la protagonista sufre. En ciertos momentos, encontramos una atmósfera opresiva en la que se ven destellos de luz gracias a la gran intuición y la constante pugna de Teresa contra su propia mente.

Narración
La narración en el libro La virgen negra, se da en tercera persona a lo largo de los 102 capítulos más epílogos, dando un total de 500 páginas. Capítulos cortos -en ocasiones de una o dos páginas- que contribuyen a crear agilidad en la obra. Cuenta los detalles necesarios, creando buenas composiciones de lugar sin añadir escenas innecesarias o extenderse demasiado.

La autora nos deleita con una prosa que se disfruta, que consigue abstraerte y continuar leyendo. Se permite ciertas florituras en ella, sobre todo en determinados momentos. Una narración que mezcla una parte más «literaria» (entendida como ese lenguaje más adornado) con otra más centrada en narrar y que discurre en otro registro lingüístico (aunque sin alejarse demasiado del anterior).

Personajes
Si hay algo que resalta en esta obra es el personaje principal: Teresa Battaglia. La manera en la que la vamos conociendo, viendo sus claros y oscuros, así como su lucha continua contra la enfermedad, suponen un gran acierto. Un gran personaje, cargado de connotaciones, nada sencillo, profundo y que a cada página te puede sorprender. de lo más original y a la vez nos muestra lo duro de la enfermedad. Una luchadora nata, que desprende fuerza y que consigue captar lo que tiene todo ser humano: cosas buenas y cosas que gustan menos. Me ha parecido todo un acierto y que le da a este libro un gran nivel. Sin duda, me adentraré en el primer libro para ver cómo ha sido su evolución.

No quiero dejar de lado a Marini, el escudero de la comisaria. Ambos mantendrán su tira y afloja constante, con una evolución de lo más interesante. La historia de Marini compacta muy bien con la de Battaglia y la propia trama.

Valoración final
Una obra que he disfrutado, un misterio que no se desentraña hasta el final, en el que el responsable no se prevé. Una prosa espectacular, una protagonista de un gran nivel y una trama que te lleva a descubrir unos secretos escondidos en una atmósfera que te atrapa. Sin duda, ha sido todo un acierto su lectura. Lo recomiendo si disfrutaste de la trilogía de Dolores Redondo, por esa similitud en cuanto a lo misterioso, la fuerza del bosque y la novela negra.

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Teresa Battaglia, una comisaria que duda entre seguir trabajando con su equipo o abandonar el puesto por una enfermedad que poco a poco va mermando su memoria, es la encargada de investigar la verdad que se oculta detrás de la Ninfa durmiente. Se trata de la última obra de Alessio Adrian, la cual tiene una característica aterradora: está pintada con sangre extraída de un corazón que aún latía cuando se creó el lienzo 1945. Mientras se investigan los hechos que acontecieron cuando Alessio huía de los nazis, Teresa y su equipo trabajarán sin descanso para que ciertos secretos no salgan a la luz.

La premisa de la historia se plantea muy bien, la verdad sea dicha, pero no me ha llegado a enganchar en ningún momento. Se intercalan escenas de la investigación con la vida personal de Teresa y Massimo (su mano derecha), de las cuales solo me llegaban a interesar las primeras por mera curiosidad de como iban a darle solución al problema. A partir de la página 270-300 parece que mejora algo la cosa cuando el caso se vuelve más interesante, pero se tuerce al querer dar a entender al lector que el rumbo puede tirar hacia algo más místico que realista. Aunque esto se queda como en segundo plano cuando a Teresa se le va un poco la pinza y decide volverse muy criptica en un lapsus de memoria que tiene, lo que entorpece en parte al propio lector de entender los hilos sueltos que se intentan conectar.

En cuanto al final, no me ha decepcionado del todo, aunque no estoy segura de que se hayan cerrado todos los frentes que se abren en una última instancia. Esto imagino que es porque habrá una continuación, al igual que este es una segunda parte de una novela anteriormente publicada. No se si mi disconformidad con la historia puede deberse en parte a no haber leído el primer libro de esta serie, aunque no he notado que me haya perdido nada de información y no se hacen referencias a sucesos anteriores.

En cuanto a los personajes, nuestra comisaria protagonista me ha parecido un poco sin más, aunque su historia pasada me ha llegado a retorcer algo por dentro. Su compañero Massimo no ha podido importar menos, tanto su historia como su actitud relacionada con su vida profesional y personal no me ha gustado nada, intentaba darnos pena y conmigo no lo ha conseguido (de nuevo no se si es porque lo conozco solo de este libro y no del anterior que no me ha llegado a calar). En cuanto al resto de personajes secundarios me han parecido muy planos, que no aportan mucho más en la trama que ser compañeros de trabajo de Teresa.

La única destacable y que más me han gustado han sido Blanca y su compañero peludo Smoky, tanto por su actitud como por su papel tan importante a la hora de resolver el caso. Básicamente si no llega a ser por el adiestramiento de Blanca y el olfato de Smoky esto sería la historia interminable. Quiero destacar también que gracias a estos dos personajes se da a conocer un sector de las investigaciones, que en parte es algo macabro, pero que es un factor fundamental a la hora de la búsqueda de cuerpos.

Como conclusión debo decir que me esperaba algo genial y que me ha decepcionado mucho, imaginaos cuanto si llegué a plantear abandonar el libro en más de una ocasión. al menos he podido poder ponerle punto final a esta historia y quedarme tranquila mentalmente. No suelo hacer muchas reseñas negativas, pero cuando las hago suelo justificar el por qué de mis impresiones. Espero que mi opinión no moleste a nadie y que si lo habéis leído me comentéis que os ha parecido a vosotros, o si estáis interesados en leerlo para saber si coincidís conmigo o no. Yo de momento me voy a quedar con que Blanca y Smoky han sido lo mejor de esta historia.
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Sólo con leer la sinopsis y ver la portada de este libro, se puede intuir que va a ser una lectura como poco interesante.

Es el primer libro que leo de esta autora y no puedo comparar con otros anteriores, pero si puedo decir que me ha gustado mucho.

Se trata de una novela de intriga distinta a lo que estamos acostumbrados a leer cuando hablamos de novela negra. En este caso la investigación no es un asesinato lo que se dice común, si no que tienen que averiguar de dónde sale la sangre con la cual se pintó un cuadro en el año 1945. ¿Esa sangre pertenece a la chica que hay pintada en el cuadro? ¿El asesino de la chica es el autor del retrato?

Aparte de lo complicado que resulta que el cuadro fuera pintado en 1945, complica aun más el asunto el hecho de que el autor del cuadro lleve desde entonces en cama, en estado vegetal, sin moverse ni decir una sola palabra.

Reconozco que cuando empecé el libro me costó un poco empatizar con los protagonistas e incluso meterme dentro de la historia, porque sentía que empezaba de una forma complicada y llegué a pensar que me costaría leerlo. Pero según avanzaron un poco los capítulos la historia fue cogiendo forma y aunque en algunas ocasiones me perdía, después volvía a encontrarme.

Me esperaba una historia distinta, sinceramente, pero no me ha decepcionado para nada lo que ha sido la historia en realidad, al contrario, me ha parecido original y la autora ha hecho una labor de investigación enorme.

Ha conseguido llamar mi atención en cuanto a varios temas que trata el libro y que he necesitado buscar más información en internet porque me han parecido la mar de interesantes.

Quizá lo que más me ha gustado, aparte del fondo de la historia, por supuesto, ha sido la ambientación. Gran parte de la historia ocurre en Eslovenia, un país que quizá para muchos es desconocido pero que yo tuve la suerte de visitar hace unos años y que consiguió enamorarme. En muchos de los lugares en los que está narrada la novela, estuve en ese viaje y me ha despertado un montón de recuerdos y sentimientos de un viaje inolvidable, lo que ha dado un punto más a favor de este libro.
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