La virgen negra

Siempre que tengo la oportunidad de leer un buen thriller, intento no perderla. Por tanto, cuando La virgen negra cayó en mis manos, la cogí con ilusión.



Con unas expectativas bastante altas, comencé la lectura de esta obra que, si bien es cierto que está muy bien escrita, ha habido puntos en los que se me ha hecho un poco pesada.



Ilaria Tuti crea un entorno en el que puedes perderte, lleno de detalladas descripciones y con unos personajes complejos, a juego con una trama enrevesada en la que nada es lo que parece.



Al haber tantos personajes en la obra, es importante estar atento a la descripción de cada uno de ellos, para no perderse entre tanto nombre. Además, cada uno de ellos tendrá su papel en la obra y llevará al desenlace final.



Lo que más me ha gustado ha sido ver cómo la autora no dejaba nada al azar y cómo cada personaje mostraba tantos defectos como virtudes. No som héroes, pero tampoco antihéroes.



Teresa Battaglia, nuestra protagonista principal, no tiene los típicos problemas de inspector quemado por su trabajo: ella no es alcohólica ni violenta, pero sí tiene un doloroso pasado del que huir.

Se huye de los clichés, pero igualmente se aprecian varios.



El personaje más estereotipado sería Massimo Marini, y aun así se ve en él una gran evolución.



Debo confesar que, pese a que considero que los personajes están muy bien construidos, me ha costado empatizar o conectar con ellos. No me han llegado a transmitir lo que en un principio podría haber esperado.



¿Mi personaje favorito? Blanca. Y me apena que apenas aparezca a lo largo de la obra, ya que le da frescura y un enfoque diferente. Es, además, un personaje crucial para el desarrollo de la trama y resolver algunas claves del misterio.



En cuanto a la trama, cada vez se iba enrevesando más y más. Cuando crees que por fin se va a resolver todo, aparece una nueva pista que desbarata las teorías del lector y de la policía.

¿Tiene alguna parte previsible? Sí. Pero también es capaz de sorprender.



Como punto negativo, aparte de la escasa conexión con los personajes, diría que se me ha hecho larga y pesada en algunos puntos.

Es cierto que hay descripciones que son muy necesarias, pero otras tantas podrían haberse evitado, dando mayor agilidad a la obra.



Como puntos positivos tenemos el gran trabajo de documentación de la autora, el enfoque diferente y original y todo lo que envuelve a los misterios sucedidos en Val Resia, tanto en 1945 como en la actualidad.

Además, la idea del cuadro me ha fascinado y logró mantener mi curiosidad ya desde la sinopsis.



¿Recomiendo esta novela? Pues sin duda creo que es una buena opción para los amantes de la novela de misterio.

Es una buena vía de escape para huir de la rutina, pero se necesita atención a los detalles que se ocultan en ella.