La virgen negra

Porque no hay una sensacion mas satisfactoria, poderosa y totalizadora que sentir la vida de tu mujer apagarse en tus brazos.
En ese momento, ella es realmente tuya. Es la autentica posesión real, el mayor poder.

Otra vez parece jugar al destino con las cartas de la vida y la muerte, del amor y del odio, tan despiadado como solo sabe serlo aquel que tiene la eternidad por delante.

Nunca nos conocemos de verdad a nosotros mismos ni a quienes tenemos a nuestro lado. Podemos definirnos de muchas maneras, pero al final son nuestras decisiones ante una encrucijada las que muestran quiénes somos. O el secreto que escondemos.

La naturaleza, de una manera misteriosa y algo inquietante, respiraba y se movía a su alrededor.

El tiempo para los antiguos no tenía una tendencia lineal, como para nosotros. Era cíclico, como las estaciones de la naturaleza. El invierno era una puerta que se abría a la primavera. La muerte era un tránsito hacia una nueva vida. De esa manera, en este valle, el pasado es el punto de partida y de regreso.

Hay vidas que nacen ya contaminadas. En ellas se ha depositado una semilla que se abrirá paso robándoselo al alma. Generará sueños que pertenecen a otros y miedos que pertenecen a otros.
Hay vidas que no son vidas: son solo la imagen, distorsionada y ofuscada, de otras.

La muerte nunca deja este mundo intacto.

No sé si se puede llamar ‹‹esperanza›› a esta forma mía de aferrarme al tiempo, como si pudiera frenarlo.

El recuerdo no es más que un solo momento de lucidez, grabado incidentalmente por la mente, rodeado de muchos otros desenfocados.

No recordaba quién había dicho una frase que en los últimos tiempos no lo abandonaba: hay una madre cada vez que acoge una vida indefensa.