El diablo y el mar oscuro

A la hora de escribir esta reseña, me ha encantado la nota final del autor, en la que dice que es consciente de esta novela la adscribirán a muchos géneros. Ningún problema para él, salvo que «describan este libro como una novela del “género de barcos” o una novela histórica pura y dura».

Una gran verdad, porque no hay manera de poder incluir esta novela en un género concreto, salvo quizás en el de novela de aventuras, porque bebe y participa de un montón de géneros. Si nos ceñimos al año en el que transcurre la acción (1634), podríamos decir que es una novela histórica, pero salvo a una parte del contexto histórico de ese año o a la existencia de la Compañía Unida de las Indias Orientales, el resto no deja de ser una ficción histórica, comenzando por el propio hecho como nos cuenta el autor de que el barco está en esta novela gobernado por tres oficiales cuando, en la práctica, tenía docenas de oficiales. Pero ¿dónde ir con una narración con tanto personaje para incordiar el buen funcionamiento de la trama?
Por supuesto, podréis incluir esta novela en cualquier apartado de novelas con barco, que hasta su tormenta tendrá, pero olvidaros de cualquier parecido con una auténtica historia de barcos a semejanza de las de Patrick O'Brian (la serie de Capitán de mar y guerra). Pero salvo porque la acción trascurre en buena parte en el mar y dentro de un barco, tampoco es exactamente una novela de barcos.
¿Un thriller? Pues también tiene un ritmo vertiginoso, pero no es tampoco una novela que pueda definirse como tal, porque el peso de los personajes es muy importante sin que sea por otra parte, por más que la presencia del mal sea una constante una novela negra, aunque beba también de algunos elementos de ese género.
También podemos pensar en ella como una novela de misterio detectivesca con elementos a lo Sherlock Holmes. No en vano uno de sus protagonistas es el detective más famoso de aquella época. Pero también sería empequeñecer demasiado lo que es esta novela.
Ya puestos, los amantes de la novela de terror, seguro que también disfrutarán con esta novela, con la presencia de un demonio conocido como el viejo Tom, un diablo al que puede pedírsele cualquier deseo que lo llevará a cabo siempre que tú cumplas una orden de él. ¿Verdad? ¿Ficción? Tendrás que leer la novela entera para descubrirlo.

Al final creo que lo que prevalece por encima de todo es el misterio, comenzando por el misterio de quién es Samuel Pipps, al que todos alaban sin parar, pero al que no le vemos hacer nada.

La violencia será una constante desde el primer momento en esta novela, algo a lo que han de enfrentarse marineros, tripulantes y pasajeros.




OPINIÓN PERSONAL

No tengo duda en señalar a El diablo y el mar oscuro como la novela más desconcertante que he leído en los últimos años. Una novela en la que Stuart Turton juega con el lector para sorprenderlo continuamente. No me refiero a la mezcla de géneros que vas a encontrar en la novela, porque eso es algo que muchos autores practican hoy día con mucha habilidad para conseguir grandes novelas.
Me refiero más bien al trato que da a los personajes y a las escenas. Para empezar, tenía desde el primer momento la sensación de que El diablo y el mar oscuro formaban parte de una serie. Pero no del primer capítulo de la misma (cosa que por otra parte puede que sí sea) sino de una en que hay ya uno o más libros y el autor da pinceladas del pasado para recordarlas sin enrollarse al lector que ya los ha leído y por otra, da información a aquel que no lo ha hecho para que pueda seguir adelante.
Pero no es así. Su primera novela Las siete muertes de Evelyn Hardcastle nada tiene que ver con ésta.
Cuanto más sabemos de los personajes, menos sabemos de ellos. Cada dato que nos dan, nos plantea nuevas preguntas. Avanzaremos pues la novela sin saber por qué lo van a juzgar, ni cuál es su pasado, ni por qué está dotado de tanta fama el misterioso detective.
Porque esa es otra. Desde el primer momento como lector estás convencido de que vas a enfrentarte a la resolución de un misterio al estilo Sherlock Holmes, en el que por haber hay hasta un crimen de los denominados de puerta cerrada (un asesinato en el interior de una habitación en la que nadie puede haber salido o entrado) pero te encuentras que no hay en principio nada de eso, porque el protagonismo pasa a manos de Arent Hayes, el ayudante de Pipps. Alguien que, pese a que todos le consideran muy inteligente, no cree en sus capacidades.
Tal vez por eso es un personaje que me cae muy bien, porque esos detectives sabelotodo que te miran por encima del hombro considerándote un lerdo que no está a su altura (léase por ejemplo Poirot de Agatha Cristie), no los soporto.

Tenemos pues un monumental enredo que crece y crece a medida que avanza la novela, con mucha acción en algunos momentos y con la gran duda de si la novela va a dar un petardazo en las páginas finales de tanto enredo en el que se ha metido el autor.
Pero no. El final es sorprendente, como no podía ser de otra manera, y deja todos los cabos bien atados, algo muy difícil pese a todos los marinos que circulanpor la novela.
Es pues una novela que me ha dejado tan satisfecho, que sin duda voy a leerme (cuando ya es otra cosa) la primera novela de este autor.
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