Ese es el problema con los adultos: a veces da igual lo que uno les diga; solo oyen lo que quieren oír.
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Ese es el problema con los adultos: a veces da igual lo que uno les diga; solo oyen lo que quieren oír.
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A menudo la edad no trae consigo sabiduría, sino intolerancia.
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Comprendí por primera vez que las cosas pueden cambiar en un instante. Todo aquello que damos por sentado nos puede ser arrebatado sin más.
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No. Nadie está realmente preparado para la muerte, para algo tan infinito. Como seres humanos, estamos acostumbrados a controlar nuestra vida. A prolongarla, hasta cierto punto. Pero la muerte no admite discusión. Ni alegato final, ni apelaciones. La muerte es la muerte, y tiene todas las cartas en la mano. Incluso si consigues engañarla una vez, no te dejará ponerla en evidencia de nuevo.
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Mi vida ha estado definida por las cosas que no he hecho, que no he dicho. Creo que a mucha gente le sucede lo mismo. Lo que nos define no son nuestros logros, sino nuestras omisiones. No las mentiras; simplemente las verdades que callamos.
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Si cometes una mala acción, está acabará por volverse contra ti y morderte el trasero. Ese chico recibirá su merecido algún día. Que no te quepa la menor duda.
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-Tampoco significa que lo que le pasó no fuera trágico -¿Porque solo era un chaval? -No. Porque ya nunca tendrá la oportunidad de ser mejor persona. |
A menudo la edad no trae consigo sabiduría, sino intolerancia.
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Conseguir un premio no es lo mismo que conseguir el premio que quieres.
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Todos tenemos secretos. Todos somos culpables de algo. Y los niños no son siempre tan inocentes |
10 negritos