Huyendo de Mister Lunes

(…) yo no soy perfecto. Yo quiero ser un lunes, pero no un lunes cualquiera. Voy a ser un lunes con categoría.
Lucía cabeceó un poco antes de levantar el rostro y mirarlo para sentenciar:
—¡Claro! Vas a ser mi Mister Lunes.

(…) contuvo el aliento cuando descubrió que aquel desconocido caminaba hacia ella. Y, por primera vez en toda la noche, no quiso desaparecer. Deseaba ser real.

(…) Los lunes se habían hecho para odiarlos y nadie lograría hacerle cambiar de opinión.

...te deseé lo mejor, porque eso es el amor, querer que la persona que mas sea feliz

¿...a ti que te pasa con las ventanas?

-Por supuesto. Yo seré tu príncipe verde, porque el azul no es el color que mejor me sienta, pero siempre podrás contar conmigo. Mi amistad es para siempre te guste o no.

Lucía no lo miró, únicamente contuvo el aliento cuando descubrió que aquel desconocido caminaba hacia ella. Y, por primera vez en toda la noche, no quiso desaparecer. Deseaba ser real.

Y fue cuando se fijó en la química que desprendían. Ellos se miraban como si fueran el único ser que quedase en el mundo, casi como si pudieran fundirse el uno con el otro.

Se miraron a los ojos mientras bailaban y fue como si el resto de la pista de baile desapareciese.